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NEUROFISIOLOGÍA Nuevo estudio sobre defectos visuales y condiciones del sueño infantil Dormir con luz no predispone a la miopía

Dejar la luz encendida por la noche en la habitación de un niño de corta edad no parece predisponerle a convertirse en miope, según un nuevo estudio publicado en el último número de la revista Nature. Este estudio desautoriza una investigación anterior, también publicada en la misma revista, en el número del 13 de mayo del año pasado (véase EL PAÏS del 17 de mayo de 1999), que llegaba a la alarmante conclusión de que los niños que duermen con una lámpara encendida antes de los dos años tienen más probabilidades de hacerse miopes al cabo de los años. En este trabajo que ahora se publica, patrocinado por el Instituto Ocular Nacional del Gobierno de Estados Unidos, los investigadores de la Universidad Estatal de Ohio han comprobado que en el desarrollo de la miopía no tiene ninguna influencia el que un niño duerma a oscuras, con una lámpara nocturna o en una habitación completamente iluminada. Lo que sí encontraron los investigadores es una fuerte asociación entre los padres miopes y los hijos con el mismo defecto visual.

"Los padres deberían tranquilizarse por los resultados de este estudio y no preocuparse por este riesgo que carece de fundamento", dice Karla Zadnik, coautora de la investigación, en la que se estudiaron las condiciones lumínicas del sueño de 1.220 niños y su relación con la miopía. De los 417 niños que habían dormido con la luz apagada, un 20% se hicieron miopes; de los 758 que durmieron con una luz encendida, el 17% desarrolló miopía, y de los 45 restantes, que durmieron en una habitación completamente iluminada, 22 se hicieron miopes. La edad promedio de estos niños era de 10 años.

El ojo crece rápidamente en los dos primeros años de vida, pero la miopía no se empieza a desarrollar hasta más tarde. Según los investigadores de Ohio, en el primer estudio, realizado en la Universidad de Pensilvania, había una proporción de niños miopes que no era representativa de la realidad y, además, no se tuvo en consideración si los padres eran o no miopes y esto falseó los resultados.

En esta última investigación sí se ha considerado esta variable y se ha constatado que los padres miopes son más proclives a dejar la luz encendida por la noche. "Pensamos que esto puede deberse a que los padres se sienten ellos mismo menos seguros con su vista", explica Zadnik.

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