La joven cantaora Marina Heredia actúa en Barakaldo y en Vitoria

Cuando son cuestionados al respecto, los responsables de los Encuentros Flamencos del Barakaldo Antzokia acostumbran a citar la apuesta por nuevos valores del género, siempre fieles a la pureza, como una de las características de la muestra. Una de las pruebas que pueden esgrimir para certificar dichas palabras es la actuación que ofrecerá el próximo viernes (23.00) Marina Heredia (Granada, 1980) dentro del marco de esos Viernes Flamencos, cuya cuarta edición viene celebrándose desde finales de enero. La cantaora andaluza subirá al escenario de la localidad fabril acompañada por Emilio Maya, el mismo guitarrista que la respaldará un día después en el Teatro Federico García Lorca de Vitoria, donde repasarán su repertorio a partir de las 20.30.La joven que el próximo fin de semana entretendrá, previsiblemente, al público baracaldés y vitoriano con una colección de bulerías, soleás, fandangos y tangos es la mayor de los tres hijos del cantaor Jaime El Parrón y desde que tenía 13 años se puede constatar su concurso en diferentes espectáculos flamencos. A tan corta edad intervino en Malgre la nuit (Ensanceet Music), un disco de flamenco para niños, y sólo dos años después ya cantaba en el grupo del guitarrista Miguel Ángel Cortés.

Compañera de correrías infantiles de su paisana Estrella Morente, Marina Heredia ha participado hasta ahora en homenajes a Camarón de la Isla y a Federico García Lorca, en veladas a beneficio de las mujeres afganas, ha visitado diversos escenarios extranjeros junto a la bailaora La China, e incluso ha satisfecho al público rockero que la contempló en la edición de 1998 del festival Espárrago Rock.

En su historial también puede destacarse su contribución, dentro de un ramillete de cantantes, a De amore, la primera ópera, de tintes electrónicos, del compositor Mauricio Sotelo.

Música del Congo

Los datos anteriores forman parte de la tarjeta de presentación de una artista que, lejos de compararse con alguna otra cantaora, se jacta de tener "personalidad" propia. En el capítulo de admiraciones se decanta por colegas como Carmen Linares, además de históricas de la talla de la Niña de los Peines y La Perla, y reconoce que la soleá es su palo predilecto.

Otra cita de esta semana con la música de raíz es el concierto que ofrecen mañana (20.30) Les Tambours de Brazza en el Kursaal donostiarra. El numeroso conjunto del Congo brindará en el palacio de congresos un recital entregado a la danza y al ferviente ritmo de las percusiones, protagonistas absolutos de sus espectáculos desde que se formará en 1991. Desde entonces, ha transcurrido casi una década en la que ha grabado dos discos, se ha atrevido incluso a superponer rapeos sobre la música ancestral africana y se ha volcado en la enseñanza de sus artes, mediante talleres y cursos.