"El pasado no justifica nada en absoluto"

Es catedrática de Arqueología sin aparentarlo. Probablemente Carmen Aranegui sea la profesional de las piedras más internacional de nuestro país. Pionera en reivindicar una visión cabal de los restos de la ciudad, conservacionista, aventurera y revolucionaria, igual está en Irak investigando, que dando clases de Geografía en la Universidad de Valencia. La revista National Geographic se ha interesado por una muestra intitulada Argantonio Rey de Tartesos del que ella es comisaria. Se trata de una exposición sobre culturas primitivas de la península que recorre Europa y que veremos en Alicante este verano.Pregunta. ¿Es el arqueólogo un aventurero al estilo de Indiana Jones?

Respuesta. Esa mítica de la aventura no tiene sentido. Es como el físico de laboratorio del que se tiene la imagen del inventor. Hay un imaginario colectivo que le da al arqueólogo una vida de grandes aventuras. Pero lo cierto es que no hay hallazgo casual. No ha habido ninguna conclusión con rango científico producto del azar en este siglo.

P. ¿Qué es un arqueólogo moderno?

R. El que estudia la humanidad y su medio ambiente a través de restos materiales. El que recopila datos sobre edificaciones, vida cotidiana, urbanismo....

P. ¿Estamos recuperando correctamente la riqueza arqueológica en la ciudad de Valencia?

R. Ha habido un cierto avance. En Valencia se nota cuando se sale del metro en la calle de Colón; o cuando se sale de restos arqueológicos, en la calle Avellanas; lo nota el que pasa por la Porta dels Jueus y el que pasa por la Almoina... Hasta ahora este patrimonio, no estaba integrado en el paisaje de la ciudad, pero recuperándolo, con el tiempo, la gente podrá entender la historia de su ciudad.

P. ¿Se trata de ponerlo todo patas arriba, como hacen en Atenas, para mostrar un gran museo arqueológico?

R. Los restos viven en función de cómo se enfoque. El resto arqueológico convertido en un bibelot urbano no sirve. Es como un objeto de anticuario que adorna la ciudad. Eso no cumple un objetivo relevante, y ni siquiera conservándolo en un zulo.

P. Participando de la antropología, ¿su disciplina toma partido en asuntos como las razas y la superioridad étnica?

R. El arqueólogo científico está convencido de que el pasado y la antigüedad no justifican absolutamente nada. Es el presente el que provoca actitudes que seleccionan asuntos del pasado para aplicarlos ahora.

P. Me refiero a ciertas políticas "étnicas" practicadas por los nacionalistas.

R. Galicia, que mantiene su nombre romano como comunidad cultural tiene momentos en que se siente próxima al folclor celta. En Extrematura se identifican con productos del cerdo ibérico y allí jamás hubo ese animal. Hay una cultura contemporánea que es la que orienta la identificación.

P. ¿Qué opina del expolio arqueológico que han sufrido nuestras costas?

R El expolio no es mi especialidad. Las armas para luchar contra él son el quehacer profesional. Pese al sensacionalismo de las denuncias bien es cierto que el mal uso del patrimonio refleja los bajos niveles culturales de un país.

P. ¿En España hemos abierto camino con la arqueología?

R. Acusamos la ausencia de una tradición ilustrada profunda. Eso ha mermado nuestras posibilidades. Existen enormes carencias, que se compensan con energía y se han cosechado éxitos.