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Fórmula agotada

El PCE tocó fondo en 1982. En las elecciones andaluzas de mayo obtuvo ocho escaños y en las generales de octubre, cuatro, diecinueve menos que en las elecciones de 1979. Como fórmula política y electoral estaba claro que al comunismo español no le quedaba recorrido alguno.En esas circunstancias sería el comunismo andaluz, con el liderazgo no orgánico pero sí político de Julio Anguita, el que iniciaría el camino de la recuperación con la invención en las elecciones andaluzas de 1986 de la fórmula "Izquierda Unida-Convocatoria por Andalucía". Mientras que el PCE en las elecciones generales de ese mismo año volvería a obtener cuatro escaños, en Andalucía el movimiento liderado por Julio Anguita alcanzaría diecinueve.

El éxito de la fórmula andaluza conduciría a su exportación a todo el territorio del Estado y a la sustitución de la fórmula PCE por la de IU como tarjeta de presentación ante el electorado.

El PCE tuvo, pues, el acierto de refundarse como IU antes de la caída del Muro de Berlín, es decir, supo anticiparse a un acontecimiento tan importante para los sistemas políticos europeos en general y para el componente comunista de los mismos en particular. De ahí que la crisis final del comunismo de 1989 no le afectara de manera negativa desde un punto de vista electoral. IU empezaría a recuperarse en el conjunto del Estado, llegando a obtener sus mejores resultados en las elecciones europeas y andaluzas de 1994, en las que llegaría a alcanzar el 13,5% y el 19% respectivamente, porcentajes nunca alcanzados a escala regional o nacional por el PCE. Parecía, en consecuencia, que se había encontrado la fórmula adecuada para dirigirse al cuerpo electoral y para salir definitivamente de la situación de marginalidad en que había llegado a caer.

Y sin embargo, no ha sido así. Al contrario. Si en Andalucía fue donde se inventó la fórmula y donde se inició la refundación de la izquierda de tradición comunista, también sería en Andalucía donde se iniciaría la política de entendimiento con el PP y de rechazo frontal al PSOE, que conduciría a la ingobernabilidad de nuestra comunidad autónoma durante dos años, pero que acabaría conduciendo también a IU a la misma situación de marginalidad en que estaba el PCE y para salir de la cual fue fundada.

No creo que sea fácil encontrar un ejemplo de operación suicida similar a la protagonizado por IU en Andalucía. En las elecciones autonómicas recién celebradas tiene dos escaños menos de los que tuvo el PCE en Andalucía en el año 1982. Y eso que en aquella convocatoria el PSOE tuvo 66 escaños y no los 52 que ha tenido en ésta.

Y lo peor es que se ha agotado la fórmula de la refundación comunista en IU. El PCE se salvó de la quema mediante su refundación en IU. Pero ¿de qué manera puede salvarse de la quema IU? A la vista de la reacción de sus dirigentes no hay motivos para ser optimistas.

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JAVIER PÉREZ ROYO

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