La UPV diversificará sus cursos de verano para atender tanto a especialistas como a profanos

La presentación de la 19ª edición de los cursos de verano de la Universidad del País Vasco (UPV) se convirtió ayer en el último acto público de Pello Salaburu como rector en Euskadi porque por la tarde tenía previsto otro en Madrid. Su sucesor, Manuel Montero, tomará posesión el próximo lunes en Ajuria Enea junto al resto del equipo rectoral. El director de los Cursos, Ricardo Echepare, destacó entre las novedades la diversificación en congresos, talleres, seminarios y escuelas de verano para atender la demanda tanto del público especializado como del generalista.

Lo "heterogéneo" del público que acude cada años a los cursos de verano (profesionales, profesorado universitario, alumnado y ciudadanía en general) ha llevado a los organizadores diversificar la oferta a la medida de cada uno de ellos. Echepare explicó que habrá congresos, escuelas y talleres dirigidos básicamente a especialistas mientras que los cursos y seminarios abordarán los temas desde una perspectiva generalista.El rector Salaburu, Echepare y el presidente de la Fundación BBV, José Ángel Sánchez Asiaín, patrocinadora de los cursos de verano, coincidieron en que éstos se hallan ya plenamente consolidados. No obstante, Echepare lamentó que aún sean poco conocidos "fuera de Euskal Herria" y eso que, según dijo, son los más económicos del país. Salaburu apuntó que están "entre los mejores de España". Como en cada cita, se abordarán multitud de asuntos: Internet -"parecía obligado incluirlo en el programa", según Echepare-, la obra del escultor Jorge Oteiza, la gestión de instituciones sin ánimo de lucro, la formación del diseñador de moda (organizado por la Fundación Balenciaga), la cultura de la paz (organizado por el Ararteko), el pensamiento del impulsor del cooperativismo vasco, José María Arizmendiarreta, etcétera. Los ciclos temáticos abarcan desde la medicina al derecho pasando por la educación o los medios de comunicación.

Esta edición se celebrarán por primera vez escuelas de verano que pretenden analizar los temas desde perspectivas diversas durante varios años.

Los cursos atraerán a una cantidad de alumnos similar a la del año pasado, unos 7.000, la mitad de los cuales, según las estimaciones, procederá de Euskadi y el resto, de fuera. En los dos meses largos que durarán se celebrarán 67 cursos en los que colaborarán unas 40 entidades y que impartirán 550 profesores. El presupuesto asciende a unos 170 millones de pesetas.

La presentación se celebró en la sede en Bilbao de la fundación, que es la entidad privada que más fondos aporta para la actividad estival de la UPV.

Sánchez Asiaín volvió a poner sobre la mesa un par de reflexiones que, como él mismo recordó, aún tienen vigencia. Destacó, tras recordar que la Fundación BBV nació como puente entre la ciencia, la universidad y la sociedad, que "la universidad europea, y la española, presentan, según reconocen los expertos, un perfil excesivamente tradicional, que funcionalmente está desajustado respecto a los requerimientos y a los retos del futuro". Ante este panorama, reclamó un profundo cambio "en la arquitectura del corpus universitario". Señaló Sánchez Asiaín que los cursos de verano constituyen "verdaderos laboratorios" para realizar ensayos y ver por dónde deben ir las reformas.