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La crisis del PA frena las negociaciones para la formación del Gobierno andaluz

El vicepresidente del Partido Andalucista (PA) y candidato en las elecciones autonómicas, Pedro Pacheco, avisó ayer al presidente en funciones de la Junta, el socialista Manuel Chaves, de que si establece un pacto de Gobierno con el PA sin contar con el sector que él representa no lo cumplirá al no considerarlo vinculante. Los andalucistas están pendientes de un congreso para resolver el enfrentamiento entre el aparato, encabezado por Alejandro Rojas-Marcos, el presidente, y Antonio Ortega, el secretario general, y grupos críticos próximos a Pacheco. De los cinco diputados que obtuvieron en la Cámara andaluza, tres son del sector oficialista y los otros dos del crítico. Al PSOE, con 52, le faltan tres escaños para la mayoría absoluta.

La ejecutiva del Partido Andalucista decidió apartar a Pedro Pacheco, también alcalde de Jerez (Cádiz), de las negociaciones para reeditar un posible Gobierno de coalición con los socialistas después de que el candidato aprovechara la misma noche electoral para denunciar que el secretario general, Antonio Ortega, le había boicoteado en la campaña.Pacheco dijo haber sido blanco de "una cacería indigna" -sin apoyo orgánico ni medios materiales por parte de su partido- para tratar de sacar ventaja en una lectura interna con vistas al congreso que renovará la dirección, previsto para dentro de tres meses. El aparato contestó a la salida en tromba de Pacheco despojándole de la portavocía en el Parlamento autonómico.

El vicepresidente andalucista presentó ayer batalla a los oficialistas y alertó a Manuel Chaves de que si "comete la imprudencia" de sellar un acuerdo de Gobierno sólo con un sector del PA, al margen de él, corre un alto riesgo de "inestabilidad". Pacheco anunció que sin la participación de su grupo y a sus espaldas el acuerdo no será cumplido en su totalidad: "Él [Chaves] sabrá lo que hace".

Pacheco agregó que la ejecutiva que le ha marginado de las conversaciones puede perder el congreso y el contenido del acuerdo con el PSOE quedaría en el aire. Con todo, aseguró que no existe ningún peligro de ruptura en el PA como ocurrió en 1993. Entonces él mismo montó una formación propia, el Partido Andaluz de Progreso (PAP), que volvió al partido matriz tras un sonado fracaso en la andadura en solitario de ambas fracciones.

La reunificación del PA se consumó después de las elecciones autonómicas de 1996, cuyo cartel electoral fue Pacheco, con la obtención de cuatro escaños. La paz entre el actual presidente, Alejandro Rojas-Marcos, y él se ha mantenido en los últimos cuatro años, pero empezó a resquebrajarse conforme se acercaba la celebración del congreso, que, aunque según los plazos debería ser en octubre, se adelantará con toda probabilidad a junio.

La tradicional bicefalía andalucista ha sido rota por un tercer dirigente en liza, Ortega, quien hasta hace poco se había movido siempre a la sombra de Rojas-Marcos. Como consejero de Relaciones con el Parlamento del Gobierno de Chaves en la anterior legislatura, Ortega ha ido ganando adeptos y construyendo un partido a su medida. Él ha sido precisamente el que ha llevado la voz cantante contra Pacheco.

Pese a que Pacheco fue nombrado candidato para las elecciones del pasado día 12, el aparato del partido le dio la espalda. Apenas ha tenido cobertura financiera, se antepuso la marca del PA a la suya como aspirante, se dio prioridad a los actos de otros dirigentes y la organización provincial de Jerez tuvo que hacer y pagar los carteles, las chapas y las banderolas de Pacheco.

Éste incluso se vio obligado a enviar a su gente por delante a los lugares donde iba a protagonizar actos públicos para garantizarse que no se desmovilizaría a la militancia desde la dirección.

Las fotografías de Ortega, número uno por Sevilla, y José Núñez, candidato al Congreso por Cádiz, se mostraron en una paridad milimétrica a las suyas en Almería, Jaén o Granada. En el vídeo electoral que se emitió en las televisiones públicas ni siquiera se le mencionaba y Ortega salía en tres ocasiones, Rojas-Marcos, en dos; y Pacheco en una.

Los teloneros de los mítines le obviaron en las plazas controladas por el aparato y hasta hubo conferencias de prensa que se convocaron a la par de las de Pacheco.

Todos estos detalles, que contempló atónita la caravana de periodistas que seguía a Pacheco, figuran en un documento que ha elaborado la Oficina del Candidato y que tiene previsto difundir en los próximos días.

Preocupación en el PSOE

El PSOE, que ve con preocupación la vendetta andalucista, ya ha anunciado que se dirigirá a los interlocutores oficiales que ha designados la ejecutiva del PA: Alejandro Rojas-Marcos y Antonio González.

Aunque Manuel Chaves se inclinó desde el principio por un Gobierno de coalición y no por un pacto de legislatura, para garantizar la máxima estabilidad de su futuro Gabinete, entre los socialistas cada vez crece con más fuerza la idea de alcanzar acuerdos puntuales.

Su principal temor es que se llegue a la exótica situación de que tres de los diputados de un mismo grupo parlamentario (los del sector oficialista del PA) acaten el pacto que se pudiera cerrar sin Pacheco y los otros dos votaran libremente, lo que le pareciera más oportuno al candidato.

Rojas-Marcos, por su parte, adelantó ayer que, si no hay pacto, el PA pasará a la oposición.

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