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Tribuna:DÍA A DÍA
Tribuna
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Erótica fallera

No es nuevo el erotismo en las fallas. Nacieron envueltas y fueron marco de sensualidad y carnalidad. Aun hogueras equinocciales, en 1792, el conservador Diario de Valencia ya se quejaba de los dañosos excesos que se cometen en la víspera y el día de san José. El fundamentalista carmelita aragonés Manuel Traggia el mismo año señala que los ninots son figurones ridículamente vestidos, entreteniendo a la mayor parte del pueblo y propone la supresión de la fiesta porque la confusión y el bullicio ocasionan a ambos sexos el desenfreno cruel de las pasiones. El Diario Mercantil del 19 de marzo de 1851 habla de las escandalosas escenas que puede decirse eran el polo opuesto de la moral.Un pueblo tan vitalista como el valenciano aceptó de mala gana las prevenciones judeocristianas contra el erotismo. Ha sido bastante difícil negarle en el País Valenciano una dimensión espiritual, estética y artística y presentarlo como pecaminoso. Los moralistas tuvieron muy cuesta arriba el imponer la conciencia de pecado contra el sexo. No deja de ser sintomático que se atribuya a un cardenal valenciano, muy devoto de la Virgen la invención de la expresión que pasa por popular: Dels pecats del piu, el Nostre Senyor se'n riu.

Una tradición que arranca en el fundacional siglo XIII y que convirtió a la que il Bembo llamó la piú lasciva ed amorosa città en la capital europea de la literatura erótica, en el XV, para constituir en el XVI la libidinosa escola satítica valenciana. Nuestro mejor edificio, la Llotja, refleja la desvergonya y hasta los Desposorios místicos del Beato Agnés destilan posiciones amatorias, sin despreciar a los clásicos Tirant, Jaume Roig o los March. A lo largo de la historia, la pasión, la lujuria y la carnalidad nos han resultado enormemente atractivos.

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