Convergència i Unió, dispuesta a rebajar sus pretensiones de pacto fiscal
La mayoría absoluta del Partido Popular ha despertado a Convergència i Unió de sus sueños de pacto fiscal. Los nacionalistas catalanes no verían con malos ojos sustituir su propuesta de financiación por la del presidente valenciano, Eduardo Zaplana (PP). "Ésta puede ser una buena base para empezar a hablar", subrayó ayer Artur Mas, consejero de Economía catalán. En CiU están resignados a guardar su pacto fiscal para tiempos mejores.
CiU se prepara para que la travesía del desierto sea lo más cómoda posible. "Si tuvieramos más capacidad de presión, obtendríamos más", afirmó el consejero. "Pero las cosas no son como imaginábamos hace 15 días", agregó. Así que en CiU se han puesto a trabajar con hipótesis posibilistas, aunque aseguran que no renuncian a conseguir su propuesta de pacto fiscal. Como gesto de buena voluntad, los nacionalistas no votarán contra la investidura de José María Aznar, que se celebrará después de Semana Santa.Hasta entonces, se sucederán los contactos entre ambas formaciones políticas tanto en Madrid como en Cataluña. Los conservadores quieren obtener el apoyo de los nacionalistas moderados, como Convergència i Unió, y a la vez la coalición nacionalista necesita aprobar los presupuestos de la Generalitat en el Parlament, para lo que cuenta con los votos del PP. Se trataría pues de un primer intercambio de favores. Desde las filas nacionalistas recuerdan que la coalición, en épocas de mayorías absolutas, siempre ha optado por no oponerse a ningún candidato a la investidura.
Rectificar la estrategia
Los dirigentes de CiU se ven ahora obligados a rectificar su estrategia para conseguir una mejora sustancial del sistema de financiación, dada la holgada mayoría de los conservadores. Y se han apuntado al posibilismo de una propuesta de un presidente autonómico del PP e incluso no ven conmalos ojos lo sugerido por la candidata popular a la presidencia de la Junta de Andalucía, Teófila Martínez, de conseguir el traspaso del 50% del IRPF.
La iniciativa de Zaplana es menos ambiciosa que el pacto fiscal de los nacionalistas catalanes, pues éstos reclaman la creación de una agencia tributaria propia y que la Generalitat recaude la totalidad de los impuestos. El presidente valenciano opta por elevar el porcentaje del IRPF traspasado a las comunidades autónomas, que en la actualidad se sitúa en el 30%, y por la cesión de los impuestos especiales sobre hidrocarburos, tabaco y el IVA de servicios prestados a los ciudadanos. Por su parte, la propuesta inicial de CiU se basa en reividicar el 60% del IRPF, el 50% del IVA y la totalidad del resto de los impuestos y tasas. Mientras las incógnitas acaban de despejarse, Mas quiso ayer, de entrada, "agradecer la actitud de diálogo del Gobierno popular".
En términos distintos se expresó el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, al rechazar la oferta que Josep Lluís Carod le planteó ayer en nombre de Esquerra Republicana (ERC) para formar un Gobierno catalán integrado por CiU, PSC y ERC. Carod, previamente, se había reunido con el líder socialista, Pasqual Maragall, quien le dio un plantón de 55 minutos.
Maragall evitó rechazar la propuesta de Esquerra, pero dijo que ahora no es el momento y defendió la fórmula de amplios acuerdos parlamentarios sobre los asuntos relativos al autogobierno que deben negociarse en Madrid. Algunos destacados dirigentes socialistas ven con buenos ojos la fórmula del gobierno tripartito, aunque están convencidos de que CiU no la aceptará nunca.
Pujol, por su parte, está a la espera de ver cómo se replantean para la nueva legislatura española las relaciones entre CiU y PP y la derivación que puedan tener sobre la estabilidad de su Gobierno en el Parlament. Lo dijo Carod tras entrevistarse con el presidente en su despacho de la plaza de Sant Jaume. "Lo he visto [a Pujol] muy a la espera del próximo gobierno de Aznar", explicó tras el encuentro.
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El Gobierno de CiU presenta el cremallera de Montserrat como una "actuación destacable" de sus primeros 100 días
Nunca se habían presentado los primeros 100 días de un Gobierno de CiU. Y ayer se hizo por vez primera. Bueno, de hecho este mismo Ejecutivo ya había presentado los primeros 100 días de legislatura del Parlament. Pero eso fue el 28 de enero y se encargó de ello el entonces consejero de Presidencia, Xavier Trias. O sea que era la segunda vez que se hablaba de los 100 días, pero eran otros. Ayer, en cambio, el encargado de hacerlo fue el portavoz y consejero de Economía, Artur Mas. Lo hizo para subrayar que las elecciones generales no han condicionado la vida política catalana, contra lo que opinan el resto de partidos políticos catalanes."El dinamismo ha presidido la acción de gobierno", aseguró el propio Mas contra las críticas de la oposición. Y se refirió ante la prensa a las iniciativas contenidas en 10 páginas en las que el grueso lo constituían siete anteproyectos de ley aprobados, como la modificación de la Ley de Organización, Procedimiento y Régimen Jurídico de la Generalitat, el anteproyecto de Ley de Regulación de la Publicidad Dinámica o el proyecto de Ley de Regulación de los Derechos de Usufructo, Uso y Habitación.
Luego se repasaba lo que está en marcha, como la Ley de Presupuestos, la que, se aseguraba, ya estaba elaborada. No obstante, este anteproyecto no tendrá el visto bueno del Consell Executiu de la Generalitat hasta el 27 de marzo, justo la semana después de que Jordi Pujol se haya reunido en Madrid con José María Aznar.
Otra prueba de ese dinamismo es la creación de la comisión para el estudio y la reforma de la financiación autonómica y la presentación del informe sobre la balanza fiscal realizado por Guillem López y Esther Martínez, profesores de la Universidad Pompeu Fabra.
El último apartado de esos 10 folios lo constituye el epígrafe "otras actuaciones destacables", donde la puesta en marcha del nuevo telecabina de La Molina compite con la aprobación del proyecto y autorización del nuevo tren cremallera de Montserrat.
En el turno de preguntas, ni una sola cuestión se refirió a la obra hecha. Tan sólo la Ley de Presupuestos mereció la atención de los periodistas. El consejero se encargó de subrayar que cumplirá lo pactado. Antes del 31 de marzo de 2000 entrará en el Parlament la Ley de Presupuestos de 2000.
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