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Dirigentes del PSOE reclaman que se evite una "voladura incontrolada"

Distintos dirigentes del PSOE advirtieron ayer del peligro de que la necesaria renovación del partido desemboque en una "catarsis total". Ven innecesario y contrario a los intereses de quienes les votaron en éstas y anteriores elecciones llevar la crisis hasta una "refundación" de esa formación política. Y señalan un peligro: la crisis desatada por el grave descenso de votantes el pasado domingo y la consiguiente dimisión del secretario general, Joaquín Almunia, no debe conducir a una "voladura incontrolada" del PSOE.

Con el mensaje "renovación, pero no revolución" los socialistas afrontaron ayer el tercer día tras el fuerte varapalo sufrido en las elecciones generales, en las que perdieron 16 diputados y 1,6 millones de votos respecto a 1996. Marcelino Iglesias, presidente aragonés y uno de los nuevos barones del PSOE, afirmó en Zaragoza que tras la dimisión de Almunia su partido necesita "una cara nueva" con otro mensaje, pero en ningún caso debe caer en la tentación de desmontar el edificio socialista "con una voladura incontrolada". A su juicio, "hay que hacer una renovación del mensaje y de la gente que lo transmite" pero "con control y serenidad". Iglesias subraya que tampoco se debe "cometer el error" de buscar "una cara nueva, que la tiene que haber, pero con el discurso viejo". Por ello animó a no buscar "una solución apresurada y milagrosa".José Luis Rodríguez Zapatero, miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE y diputado electo por León, cree que su partido irá "a una renovación, pero no a una revolución". Asegura que esta crisis no debe llevar a los socialistas a "la catarsis total o la refundación" sino a buscar una "readaptación del proyecto y, lógicamente, un cambio en la dirección del partido". El nuevo líder, a su juicio, tendría que cumplir antes que nada una condición: debe aglutinar el "máximo consenso, no sólo de los dirigentes del partido sino también de los delegados al Congreso" que se celebrará en julio. Confía en que no se caiga en la tentación de buscar el líder en "una noche de pasillos o una decisión de tres despachos". Ese consenso, a su juicio, excluye el método de primarias para elegir al nuevo líder.

José Borrell, también miembro de la Ejecutiva y diputado electo, apuesta por buscar la "máxima participación posible" en el Congreso que celebrará el PSOE en julio, y no como en el anterior donde, según dijo, "alguien propuso, diez aceptaron y el resto aplaudió". Borrell defiende que ahora es el momento de "escuchar a la gente" y "construir de abajo a arriba". El ex candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno afirmó ayer que ahora "es el momento de la libertad de expresión, de la participación y de un método según el cual más importante que el quién es el cómo y el para qué". Sobre sus declaraciones del día anterior sobre el fin del felipismo dijo que le parece "obvio" que la etapa del "liderazgo extraordinario" de Felipe González ha concluido.

Juan Manuel Eguiagaray, Joaquín Leguina y Juan José Laborda también llamaron ayer a la tranquilidad y a "evitar suicidios colectivos". Eguiagaray destacó la importancia de que se mantenga "el sosiego" y se eviten "planteamientos de todo o nada". Tras recordar que "todos" en el PSOE han "sido felipistas", instó a evitar "la exclusión" en la búsqueda de un sucesor, alguien que aúne "experiencia y capacidad de generar ilusión". Leguina, mientras, animó a trabajar con "tranquilidad" y sin "jubilaciones anticipadas que, además de injustas, son un despilfarro". Y Laborda recordó que el PSOE tiene detrás un 30% de los votantes que les exige "conservar la calma y el sentido común".

Dimisión en Almendralejo

La renovación del PSOE ya ha llegado a Almendralejo (Badajoz), la localidad que, según los analistas, actúa como una brújula de la realidad política española. Ayer dimitió allí el secretario local del PSOE, José García Bote, que fue alcalde de la ciudad de 1983 a 1995 y sigue dirigiendo la agrupación local.Deja paso a José María Ramírez, de poco más de 40 años y muy activo en la política extremeña. Ramírez es secretario general de la Presidencia del Gobierno extremeño y se perfila como el más probable candidato socialista a la alcaldía de Almendralejo.

Bote justificó su renuncia porque no pudo alcanzar un pacto con IU para desbancar al PP del Ayuntamiento.

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