Un hombre muere intoxicado por un escape de gas en su domicilio de Salteras

Joaquín Fernández González, de 32 años, falleció en la noche del martes en su domicilio de Salteras (Sevilla) intoxicado por un escape de gas butano. Su mujer, María Teresa Esmeralda Quesada, de 23 años, ingresó a las 00.15 del miércoles en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla afectada también por la inhalación de gases y continúa grave, aunque evoluciona favorablemente en la Unidad de Cuidados Intensivos. Las unidades de la Policía Local y Guardia Civil que acudieron a la casa a las 21.30 encontraron el cadáver de Joaquín tendido junto a la cama, en el dormitorio. María Teresa estaba desfallecida en la bañera. Los agentes, auxiliados por una ambulancia del 061, rescataron a la herida con dificultades, ya que varios de ellos inhalaron gas y un policía local y tres guardias civiles tuvieron que ser atendidos de intoxicación leve en el Virgen del Rocío.

El padre y el hermano de Joaquín dieron el aviso del suceso cuando, extrañados de que el fallecido no abriera a las 22.00 el bar que poseía en el pueblo, acudieron a la casa para interesarse por él. Cuando entraron, descubrieron a Joaquín, ya muerto, y a María Teresa, sin conocimiento, y llamaron a la Policía Local.

Los bomberos de la diputación, que también acudieron al lugar de los hechos, y los agentes de la policía judicial que llevan la investigación sospechan que se produjo un fuerte escape de gas en el calentador de la cocina cuando María Teresa lo encendió para ducharse. Joaquín falleció porque, al estar acostado en la cama, debió inhalar antes el monóxido de carbono que, por su peso, se situó en la zona más baja de la habitación.

Joaquín fue enterrado en la tarde de ayer en el cementerio de Salteras, localidad de la que eran naturales marido y mujer.