"Los orientales nos enseñan la noción del detalle"
Gerard Chriqui (Casablanca, 1953) es un francés, especialista en mercadotecnia, que trabaja en España para una multinacional japonesa. Desde hace ocho años intenta incrementar las ventas en Europa de los cosméticos y perfumes de la marca Shiseido, un emporio que se sitúa a la cabeza del sector en Japón y que en España espera vender este año productos por valor de 1.200 millones de pesetas. Chriqui, director general de la división española de la firma, visitó ayer Bilbao para inaugurar en unos grandes almacenes el primer espacio en el mundo de la nueva imagen de Shiseido en centros comerciales. Pregunta. ¿Por qué han elegido Bilbao para iniciar este cambio de fisonomía?
Respuesta. Porque esta zona tiene calidad de vida y conoce el consumo de productos de lujo. También por el nivel cultural y porque los japoneses conocen el Museo Guggenheim.
P. Usted se mueve entre las grandes cifras económicas de la empresa, ¿sabe también cuánto paga una consumidora por una barra de labios?
R. Sí, 3.500 pesetas. El precio de venta al público es muy importante, cada producto tiene su coste porque necesitamos invertir en investigación, pagar la publicidad y las muestras. Hoy es aún más importante a nivel europeo, porque en poco tiempo se van a igualar los precios con la entrada en vigor del euro. Entonces, las diferencias de precios, seguramente, van a ser sólo del 5% al 10%.
P. ¿La globalización también ha llegado al mundo de la cosmética?
R. Sí, pero también respetamos las diferencias propias de cada país. Los folletos de información están adaptados y traducidos a cada idioma. En Barcelona, por ejemplo, hacemos promociones en catalán para estar más cerca de las consumidoras.
P. ¿Van a hacerlo en lengua vasca?
R. Por el momento, no.
P. ¿Venden estética oriental en los países occidentales?
R. No. También nos adaptamos a cada país, tenemos en cuenta hasta el grado de humedad y la temperatura de cada zona. Y, claro, las características medias de la piel en cada lugar del mundo.
P. ¿Qué podemos aprender del estilo oriental?
R. Nos enseñan la noción del detalle, la noción de lo absoluto. Cuando un japonés prepara una fórmula pone toda su vida en conseguir la mejor calidad posible, los más mínimos detalles están cuidados. Es la filosofía del trabajo bien hecho en profundidad. Nosotros vendemos más que un producto eficaz; es también un sueño, una imagen, algo bueno para el bienestar del espíritu.
P. ¿Es un negocio frívolo?
R. Los productos de tratamiento no, nunca. Tiene una base científica muy importante, más de 900 investigadores trabajan para Shiseido. Compartimos los problemas de las consumidoras. El color lo es un poco más.
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