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Entrevista:Jimmy Floyd HasselbainkFutbolista del Atlético

"Me gusta más pegarle a la pelota que jugar al fútbol"

Una infancia difícil y el desprecio de los entrenadores en su juventud han forjado el carácter de este holandés, que ahora, ya millonario, no se compra un Porsche porque, dice, no lo necesita.

Jimmy Hasselbaink (Surinam, 1972) es un modelo de futbolista laborioso, consciente de sus limitaciones, hecho a sí mismo a base de perfeccionar afanosamente una única técnica: el remate a gol. Desde los siete años, hacinado con sus tres hermanos en un hogar monoparental, en un suburbio de Amsterdam, Jimmy se olvidó del hambre y cogió su balón de fútbol para marcharse solo a chutar un balón. Emulando a sus ídolos del Ajax, se pasó tardes enteras pegándole a la pelota en solitario, contra un muro. Hoy asegura que ese es el secreto de su poderoso remate. Un golpeo que le ha llevado a encaramarse a lo más alto de la tabla de goleadores de la Liga española, con 21 tantos, y que es una de las pocas armas que le quedan al Atlético para salir del pozo que amenaza con llevarle a Segunda. "El gol es lo más difícil de lograr en el fútbol", asegura. Se identifica como un "obrero" en su deporte y explica que hasta alcanzar el éxito tuvo que atravezar una larga y penosa infancia. Se crió sin padre, y "sin nada". Hoy toca la fama. Los hinchas del Calderón le han compuesto un himno, está casado y practica el golf todas las semanas. Hombre de espíritu vitalista y emprendedor, el holandés nunca deja de dar órdenes en el vestuario. Sin embargo, ninguno de sus compañeros le considera un líder. Una razón los fundamenta. Hasselbaink apenas habla español.Pegunta. ¿Quién es Hasselbaink?

Respuesta. Soy un chaval normal. No tengo nada de especial. Me considero un trabajador del fútbol. Un obrero. Para ser un futbolista y entrenarte con una pelota no necesitas tener ningún carácter especial. No hace falta ser un Stallone.

P. ¿Por qué eligió este trabajo?

R. Llegué a Holanda con cinco años y desde los siete empecé a jugar con mi hermano en un club de barrio. Siempre me llamó la atención el fútbol y no he hecho otra cosa en toda mi vida. No me interesó otro deporte.

P. ¿Cuál fue su sueño de niño?

R. En aquél tiempo era hincha del Ajax, como casi todos los niños en Holanda. Todo el mundo se dirigía al Ajax. Todos los chavales querían ser futbolistas del Ajax. Jugar en ese club se hacía difícil, por la competencia. A mí no me hicieron caso. No les gustaba a los técnicos. Por eso mi carrera fue muy diferente a la de la mayoría de los jugadores holandeses. En Holanda había muchos como yo y nunca llegué a jugar partidos en el fútbol profesional. Solamente en el Telstar pasé unos años, pero mi entrenador no me quería. Tampoco le gustaba. Es normal, unos técnicos quieren una cosa y otros otra, así que me marché a Portugal.

P. ¿Siempre tuvo esas condiciones físicas?

R. Siempre fui fuerte, pero de pequeño era muy lento. Hasta que con 16 años aumenté la velocidad.

P. ¿No pensó en dedicarse al atletismo?

R. No. Para ser atleta debería haber sido más potente y más veloz.

P. Dicen que tuvo una infancia difícil, que pasó hambre.

R. Pasé mucha hambre. No tenía nada. Éramos cuatro hermanos, dos chicas y dos chicos, y mi madre trabajaba en dos sitios para ganar dinero suficiente. Yo nunca pude fichar por un club grande, y tuve que emigrar. Hay futbolistas que con 18 años pueden conducir un Porsche. A mí no me pasó eso. Yo tuve que luchar más. Eso fue muy bueno para mí. La lucha te hace más fuerte. Pero me quedé con las ganas de conducir el Porsche, y ahora que podría comprármelo descubro que no lo necesito.

P. No habla de su padre.

R. No. Mi padre está en Surinam. Mi padre y mi madre están divorciados. No tengo contacto con él. Nunca lo he tenido.

P. ¿Le resulta doloroso?

R. No. No necesito un padre en mi vida. Tal vez antes, cuando era pequeño, pero ahora no.

P. ¿No pensó en buscarse otro trabajo para ayudar a su madre?

R. Nunca trabajé en otra cosa que no fuese el fútbol. Cuando tenía 17 años fui al Telstar, con un contrato pequeño. Pero no necesité trabajar en otra cosa.

P. ¿Cómo aprendió el oficio?

R. Empecé a jugar en un campo pequeño, un patio detrás de mi casa. O en la calle. Bajaba con mis hermanos y unos amigos, todos mayores. Yo era el más pequeño.

P. Cruyff dice que el fútbol se aprende en la calle, que los entrenadores tienen poco que enseñar.

R. Si lo dice Cruyff, no tengo nada que comentar. Lo dice Dios. Uno de los tres héroes nacionales de Holanda, junto con Van Basten y Koeman.

P. ¿Cómo aprendió a rematar con tanta potencia?

R. A mí lo que más me gustaba del fútbol era pegarle a la pelota. No me hacía falta tener compañeros. Me iba solo a un campo, con un balón, para chutar. Sólo para chutar. También me pasaba horas pegándole a la pelota contra un muro. Desde que tengo uso de razón.

P. ¿Es aficionado a los juegos electrónicos como Anelka?

R. Las consolas me aburren. No tengo paciencia para eso. Cuando llego a casa mi mujer me hace de comer y después duermo un poco, o nos vamos por ahí. Si a Anelka le apetece jugar con videojuegos será porque le tranquilizan, y eso resulta bueno para cualquiera.

P. ¿Se considera un jugador limitado por vivir del remate?

R. Es que yo tengo otras cosas que los otros no tienen. Un futbolista no puede ser perfecto. Hay otros que tienen algo que yo no, y yo tengo algo que ellos... Mi pegada vale mucho, sí, pero yo no vivo de eso. Yo vivo de la victoria. Si no gano lo paso muy mal. Me deprimo.

P. ¿Qué le dieron entrenadores como Guus Hiddink o George Graham?

R. A Hiddink le tengo un gran aprecio porque fue el primer técnico que me llamó a la selección. Graham me dio la oportunidad de hacerme conocer en todo el mundo. Nadie me conocía cuando él me compró. Me dio mucha personalidad.

P. ¿Quiere decir que antes de fichar por el Leeds no era un jugador temperamental?

R. Yo tenía esta personalidad, pero él era un ganador y me contagió esa forma de ver el juego. Para él sólo valía ganar, nada más. Y te lo metía en la cabeza. Ganar a cualquier precio. Para mí eso es lo importante. Jugar bien es un plus. Y si juegas mal, hay que ganar. Esa mentalidad es un poco italiana pero es importante para cualquier deportista profesional.

P. ¿Ranieri era del mismo corte que Graham entonces?

R. Ranieri también quería ganar. Él era un buen entrenador, le respeto mucho.

P. Con Ranieri no le fue nada mal.

R. Sí, he estado bien. Pero con Antic estoy convencido de que rendiré igual. Siempre estuve convencido de que las cosas me iban a salir bien, fuera cual fuese el entrenador.

P. ¿Se considera el tipo de delantero que necesita espacio, como el Piojo, o Anelka?

R. Yo también necesito un poco de espacio.

P. De momento no lo encuentra.

R. Nos falta confianza.

P. Antic le pide que lance los córners.

R. Sí, desde la derecha. Antes también tiraba los córners, en Portugal. Antic quiere que los córners los tire con fuerza, alguien que le pegue fuerte a la pelota.

P. ¿El equipo pierde a un buen cabeceador?

R. No tanto, he hecho dos o tres goles de cabeza. Para mí, un gol de Gamarra vale lo mismo que uno mío.

P. Si no encuentra el gol en una jugada le quedan los lanzamientos de falta. Es casi infalible.

R. De vez en cuando tiro bien.

P. ¿Por qué se muestra tan modesto?

R. En mi interior estoy convencido de lo que tengo que hacer, pero no tengo nada que decir. Hablar es algo que no me gusta. Mi misión es otra. Yo sólo tengo que correr detrás de un balón.

P. No le gusta hablar con la prensa. A Molina tampoco.

R. Molina no necesita hablar pero es un buen amigo. Una gran persona. No necesita verse en los periódicos todos los días para sentirse bien. Aquí hay mucho bla, bla, bla... Pero él quiere jugar al fútbol. ¿Por qué hay que aparecer todos los días en la prensa? Hay jugadores que no pueden vivir sin eso. Pero yo no. No me gustan las fotos. Soy un obrero. A mí me pagan por jugar al fútbol.

P. ¿Cómo ve la crisis del Atlético?

R. Es muy duro. Pero sólo lo podemos solucionar nosotros. Ni los periodistas, ni el presidente, ni el entrenador. Estamos solos, nosotros, como equipo.

P. ¿Se ve en Segunda?

R. Tenemos que ganar partidos y nada más. Ganar, ganar, ganar. Correr un poco más y ganar.

P. ¿Le motiva especialmente el duelo contra el Madrid?

R. Madrid, Barcelona, Espanyol y Sevilla, es lo mismo. Necesitamos puntos.

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