Albert Boadella afirma que en Cataluña se ha sido "miserable" con Dalí

Estaba impaciente Albert Boadella ayer en la presentación de Daaalí, el espectáculo de Els Joglars sobre el pintor que por fin llega a Barcelona (Mercat de les Flors, desde mañana hasta el 16 de abril). Luego se vio por qué: en un momento determinado de la conferencia de prensa se alzó un periodista -de Galavisión, ¿lo pillan?- y entonces irrumpió el mismísimo Salvador Dalí, de enhiestos bigotes, báculo en mano, ataviado con camisón de dormir, y la armó. Antes, Albert Boadella había manifestado que en Cataluña se ha sido "miserable" con Dalí.

Els Joglars actuarán en el Mercat con una mención singular en el programa de mano: "Compañía vetada por TV-3 y perseguida por el presidente de la Generalitat". Boadella explicó: "[Jordi Pujol] llamó personalmente a Pío Cabanillas para protestar porque TVE pasara nuestra obra sobre Pla. Más allá de la censura política, esto ya es persecución contra una empresa, y lo hemos hecho constar". Boadella se mostró satisfecho por la gira "triunfal" que han realizado "con un 98% de ocupación, lleno diario en todas las funciones en Madrid desde el primer al último día y premio al mejor espectáculo extranjero en Argentina". Explicó que hasta "el ciudadano Juan Carlos" ha visto el espectáculo y que en esa ocasión, sentado al lado del Rey en platea, pensó en su padre: "[Recordé] que intervino en el atentado de Garraf contra la familia real , y en que, según como hubiera ido aquello, ni él, el Rey, ni yo estaríamos aquí". Explicó Boadella que en Barcelona su grupo hará una versión diferente de la que presentó en Figueres el día del estreno, el pasado septiembre. "Allí, por necesidades imperiosas de gira, se dio la versión castellana, y aquí ofreceremos la catalana, que empezamos a hacer hace unos días en Reus; bueno, más que catalana, bilingüe, porque Dalí usaba indistintamente el castellano, el catalán, el francés y el inglés". Subrayó que con Daaalí se cierra una trilogía "centrada en tres personajes que conforman respectivas maneras de ver y sentir este rincón del Mediterráneo que se llama Cataluña". Dijo Boadella que no habrá un cuarto o un quinto espectáculo de este estilo y apuntó las diferencias entre los tres personajes escogidos: "Dalí es el catalán, el español vaya, más conocido del siglo en todo el mundo, una personalidad notable, aunque aquí se ha sido miserable y avaricioso en reconocer esa personalidad. Pla se concentra en el país y realiza una notable aportación cultural y a la lengua". En cuanto al tercer personaje, Pujol, "es el político; si los otros dos, los artistas, aportan al país, él se aprovecha del país; curiosamente, es el más conocido. Y con los otros hay reticencias, se dice que eran próximos a las ideas franquistas".

Consideró Boadella que Dalí inventó el surrealismo antes de que lo teorizara "una colla de intelectuales en París". Y argumentó: "Era de Figueres, y ser de Figueres es algo muy especial. En el Empordà encuentras a Dalí por todas partes, es un producto auténtico, él, al que se ha acusado de artificial; es un hombre de Figueres; la tramontana excita mucho, pero no enloquece".

Boadella reconoció en su espectáculo "un elemento que tiene parte de provocación, el tratamiento de las grandes figuras del arte contemporáneo", un tema que él sabe que es materia especialmente sensible en Cataluña. "Hoy ya no hay mitos en la religión ni en la política, pero sí en el arte. Cuando uno coloca a determinado artista en escena con según qué tratamiento sabe que va a provocar. Dalí está considerado el malo de la película y Picasso el bueno; sólo al invertir eso ya hay muchos a quienes se les pone la piel de gallina. Eso lo hemos percibido". Boadella entró entonces a matar con voz calma: "El arte del siglo XX ha sido de poco interés en la historia del arte; Dalí sabía que su éxito como pintor se debía a la mediocridad general. Yo suscribo la opinión de Dalí y creo que el arte cada día retrocede para volver a entroncar con las verdaderas grandes figuras. A los pintores tenidos por los grandes del siglo y a los que critico en la obra se los olvidará antes que a Almunia".

De la polémica con la Fundación Gala-Dalí, que ha cobrado a Els Joglars lo que ellos denuncian como una cantidad exorbitante por los derechos de reproducción de las obras de Dalí que aparecen en escena, dijo: "Fuimos honrados, no modificamos ninguna imagen de Dalí, cosa que podríamos haber hecho para evitarnos pagar, porque pensamos que nos darían un trato especial al tratarse de una obra que es una apología de Dalí".

Sin perder el hilo a propósito del arte, Boadella señaló que hay algo "indignante" en Picasso. "Él estuvo en París durante la ocupación nazi y hubo oficiales nazis que visitaron su taller, y nadie dice nada, mientras que a Dalí se le critica por vivir en la España franquista. Dalí no era fascista, y Picasso quizá no tenía tanto que ver con la revolución". Fue entonces cuando irrumpió Dalí (el gran Ramon Fontseré, en traje de faena) y ofreció, en supuesta entrevista, un adelanto del estupendo trabajo que Els Joglars ponen a disposición de todos a partir de mañana. ¿Qué se llevaría del Museo del Prado en caso de incendio? "El aiiiire de las Me-ninas".