Desmantelado un taller de confección clandestino
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer en Barcelona al ciudadano chino Haihe Y. por emplear a compatriotas suyos en trabajos de confección clandestina sin contrato y sin pagarles por ello. A raíz de una denuncia por ruidos de los vecinos de un inmueble de Barcelona, agentes de la Guardia Urbana se personaron en el domicilio y sospecharon que el taller de confección que descubrieron podía ser clandestino. La Guardia Urbana comunicó el caso a la policía, cuyos agentes encontraron ayer en las instalaciones a 12 ciudadanos chinos, cinco hombres y siete mujeres.Durante el registro compareció Haihe Y, quien manifestó ser dueño del local y afirmó que los trabajadores no recibían ninguna remuneración, ya que con su trabajo pagaban la comida y el alojamiento que se les proporcionaba.
En la primera planta del edificio existen seis pequeñas habitaciones, algunas de ellas con ocho literas, destinadas a vivienda de los trabajadores, sin ventanas ni ventilación. El sótano del edificio estaba destinado a comedor y cocina.
De los trabajadores que se encontraban en el inmueble en el momento del registro, siete tenían permiso de trabajo, pero para una actividad laboral distinta e incluso para un ámbito provincial diferente, y tres lo tenían solicitado.
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