Boticas heredadas
El motivo por el que me dirijo a ese, y otros medios de comunicación, no es otro que el hacer oír la voz de una queja popular que clama justicia por poner término a una lacra social, sostenida por un poderoso imperio de intereses económicos que hace que tal situación desentone en estos tiempos de libertades, derechos, capitalismo, democracia, igualdades y oportunidades.Como licenciado en Farmacia cuyos progenitores, para bien o mal, no son titulares de Oficina de Farmacia, me encuentro en la usual situación de ver como unos pocos "afortunados" acaparan el oligopolio de las farmacias, unas conseguidas con esfuerzo, otras por ser hijo de titular y otras en un comercio de intercambio económico que aparta a la mayoría de sus sueños, en un mecanismo donde los muchos no entienden que pueda traficarse con una licencia pública para un negocio privado donde se manejan cantidades de dinero soberbias.
Pues bien, ha llegado a mi conocimiento que está en tramitación parlamentaria una nueva ley sobre farmacias en Andalucía, y los que somos profesionales del sector esperamos con confianza que el documento no se limite a unas pocas concesiones, consintiendo la perpetuación de un sistema heredado del feudalismo, basado en el proteccionismo y mantenimiento de esa elite, a la que me he referido antes, que adquiere derechos y ventajas por nacimiento, cosa inconcebible en un estado de derecho y libre competencia donde la Constitución reconoce la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.
Estimo ante todo, que hay que terminar con la herencia y la venta de la licencia de apertura de oficina de farmacia, pues entiendo que como tal la licencia consiste en una autorización administrativa de carácter personal e intransferible que se debería extinguir al fallecer el beneficiado. Por tanto, la venta o transferencia hereditaria de la misma (léase licencia) sería ilegal (no así la propiedad inmobiliaria). Lo justo a mi entender sería, tras fallecimiento, dar la licencia al mejor de los presentados a concurso de méritos, según baremo.
Pero quisiera advertirle de las salidas que buscan los farmacéuticos titulares para soslayar la posible perdida de este desatinado "derecho" a la herencia. Y no es otro que hacer a sus herederos copropietarios o titulares de la farmacia, lo que no dejaría de ser justo si esto no incluyera la licencia, y ésta no debería poder ampliarse o modificarse después de su concesión. - Francisco Javier López Vergara. Sevilla.
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