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El vendaval popular derriba hitos de la izquierda

La candidatura de José María Aznar superó en la Comunidad de Madrid las mejores marcas electorales de todos los tiempos en términos porcentuales. El PP ganó dos escaños (de 17 a 19), contó con el apoyo de más de la mitad del electorado que acudió a las urnas (ocho puntos más que la media nacional) y arrebató al PSOE la esperanza de recuperar en breve el poder perdido en 1996. La previsible caída de IU, que contaba con seis escaños y sólo mantiene tres, fue interpretada por los socialistas como un síntoma de su espectacular ascenso. El PSOE pensaba arañar todo lo que perdiera la coalición, pero tuvo que conformarse con un tercio de ese tesoro. De los tres escaños que cedió IU dos cayeron en el saco del PP y los socialistas apenas ganaron un puesto.

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La victoria de Aznar consiguió incluso derribar algunos hitos de la izquierda en la región que se creían inamovibles. San Blas, uno de los barrios obreros de Madrid, votó a favor del PP por primera vez en su historia. Grandes municipios donde la izquierda gobierna desde la llegada de la democracia, como Alcobendas, San Sebastián de los Reyes o Móstoles, respaldaron mayoritariamente la lista de los populares.

De las 90 localidades con Gobiernos municipales de izquierdas o independientes 72 mostraron su apoyo unánime a la candidatura popular. Todos los registros del PP en la jornada del 12-M superaron con creces las previsiones más optimistas de sus expertos en cálculos demoscópicos. "Algún iluso aventuró una mayoría absoluta, pero nunca por tan amplio margen", reconoció ayer un dirigente popular.

Mientras tanto, en el cuartel general de los socialistas madrileños, que tendrán que emprender una renovación en los próximos meses ante la marcha de su secretario general, Jaime Lissavetzky, al Congreso de los Diputados, pintaba ayer una desilusión absoluta. A sus dirigentes no les quedaban ganas de hablar sobre futuros congresos para cambiar de nombres. Sólo pensaban en cómo salir del agujero en el que se han metido.

Su candidato a La Moncloa, Joaquín Almunia, consiguió en porcentaje de voto menos apoyo que los aspirantes locales y regionales en las elecciones autonómicas y municipales de junio pasado.

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Izquierda Unida se dejó en la cita electoral del 12-M la mitad de su capital político en el Congreso. Y, aun así, cerró la noche con una lectura optimisma. Su coordinador regional, Ángel Pérez, recordó que el batacazo pudo ser peor, pues algunas previsiones apuntaban a que tan sólo mantendría uno de sus seis escaños y consiguieron tres.

La caída de IU fue menor que la registrada por la coalición en las últimas elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid. Desde aquella fecha hasta este domingo creció en 100.000 votos. Y el porcentaje de apoyos cosechado por Francisco Frutos casi dobló al de su media nacional.

Aznar sale de las elecciones generales en Madrid mucho más reforzado que hace cuatro años. Las diferencias en 1996 entre el PP y la suma de IU y el PSOE era de un punto y medio. Tras los comicios del 12-M, los populares sacan nada más y nada menos que diez puntos a las dos formaciones de la izquierda plural, cuyo pacto no ha surtido el efecto buscado.

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