Una jornada sin incidencias importantes en los colegios

La jornada electoral amaneció ayer en Leganés (173.000 habitantes) con un despiste en equipo. El presidente de una mesa electoral y sus dos vocales acudieron al colegio a las ocho de la mañana. Tras firmar las actas de constitución de la mesa de su distrito, los tres integrantes se fueron a sus casas con la sensación del deber cumplido, según informaron fuentes municipales. La Policía Municipal tuvo que ir a sus domicilios y pedirles que volvieran al colegio electoral. El presidente y los dos vocales creyeron que, tras constituir la mesa, eran los apoderados de los partidos políticos los que se encargaban de la votación. Los agentes les sacaron de su error y les escoltaron de vuelta con sus coches policiales.La mesa que más madrugó de las 5.773 que hubo repartidas por toda la región fue una del colegio público Joaquín Sorolla, del distrito madrileño de Salamanca. Se formó a las ocho y siete minutos de la mañana. Sólo una mesa del colegio Manuel Núñez de Arenas, de Moncloa-Aravaca, se retrasó en la apertura. Lo hizo una hora más tarde debido a que faltaban el presidente y los suplentes. Fue sustituido por una persona enviada por la Junta Electoral.

"Influencia negativa"

En otros dos colegios de la capital hubo que sustituir al presidente de una mesa porque se presentó "con signos elocuentes de estar bajo la influencia negativa de estupefacientes", según explicó ayer el delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades. Un vocal de otro colegio electoral tuvo que ser reemplazado porque no sabía ni leer ni escribir.

En Las Rozas, el censo incluía a una niña de 13 años, que figuraba en la información oficial como una señora de 63. El vocal de una mesa deshizo el enredo, y la menor no votó.

La nota trágica de la jornada la puso el fallecimiento de un hombre de 84 años de un infarto cuando se encontraba en el colegio electoral de la calle de Alcántara (distrito de Salamanca). La víctima acudió a votar a las 13.15 horas y se cayó al suelo cuando estaba eligiendo las papeletas. Los facultativos de una ambulancia del Samur intentaron reanimarle, pero sólo pudieron certificar su muerte por parada cardiorrespiratoria.

Este suceso obligó a cerrar durante 45 minutos cuatro secciones del colegio, ubicado en las cocheras de la EMT, lo que originó largas colas de votantes y que se cerrara el colegio electoral a las 20.45, tres cuartos de hora más tarde de lo previsto inicialmente y de la hora a la que cerraron el resto de colegios de la región madrileña.