Martínez rompe el techo de Arenas

La candidata autonómica del PP, Teófila Martínez, logró ayer los tres objetivos que se había fijado para las comicios autonómicos: evitar la mayoría absoluta del PSOE; superar el techo electoral que fijó Javier Arenas en 1994 (41 escaños) y recortar distancias con Manuel Chaves. Al 98% del escrutinio, el PP tenía 46 escaños (seis más que en los últimos cuatro años) y una bolsa de votos que superaba en 30.000 a los que este partido obtuvo en 1996 (1,49 millones ayer, frente a 1,46 hace cuatro años). La incertidumbre sobre los resultados retrasó la comparecencia de la candidata hasta la una de la madrugada de hoy. Eufórica, Martínez subrayó dos mensajes. Primero, que el PP es la "única alternativa" de Gobierno en Andalucía y segundo, que la "política de la confrontación" no ha funcionado. Martínez felicitó al PSOE por su victoria en las elecciones autonómicas, pero destacó que "a partir de ahora el panorama político" andaluz ha cambiado. "Tiene que haber otro modo de gobernar, con fórmulas más comprometidas", dijo la candidata, que abogó por una política de cooperación entre las instituciones.

En estas elecciones, en las que el PP ha crecido notablemente en escaños (seis) pero no en votos, 30.000 más, Martínez ha aprovechado el suelo electoral que tienen ya los populares en Andalucía. Descartada de antemano una victoria electoral, aspiración que sí tenía visos de realidad en 1996, el PP tenía como prioridad evitar una victoria holgada del PSOE andaluz y crecer en escaños. Logrados estos objetivos, se despeja, con casi total seguridad, una incógnita: ¿qué ocurrirá a corto-medio plazo en el PP andaluz?, partido que ha sufrido espasmódicos cambios en los últimos cuatro años.

Los resultados de ayer pueden consolidar un proyecto en torno a Martínez, quien ahora tendrá que compatibilizar la alcaldía de Cádiz con la jefatura de la oposición en el Parlamento de Andalucía. Sin poder considerarse un éxito absoluto, ya que sigue siendo la segunda fuerza política en Andalucía, el PP explotará a partir de ahora el discurso de que vuelve a ser alternativa real de gobierno.

El gran salto del PP en Andalucía se produjo en 1994, un año después de la llegada de Arenas a la comunidad como líder indiscutible de esta formación, que, hasta ese momento, no cosechaba más que mediocres resultados en una región que, históricamente, ha optado por los partidos de izquierda. En las elecciones de 1994, Arenas logró 1,2 millones de votos, duplicando los resultados de 1990, consiguió 41 escaños, y puso por primera vez en apuros en el Parlamento autonómico al PSOE ya que éste perdió la mayoría absoluta. Dos años después, el PP volvió a crecer en sufragios (228.000 más), pero perdió un escaño debido al altísimo crecimiento de los socialistas.

Sobre las 21.20 de ayer, compareció ante la prensa el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, con rostro de moderada satisfacción, y destacó que su partido es el que más iba a crecer en las elecciones autonómicas. Además de hacer los clásicos agradecimientos a los votantes, subrayó, tomando como referencia lo que indicaban las encuestas, que el PP se ha "consolidado como única alternativa de futuro en Andalucía".

Sanz reprochó a Manuel Chaves que haya hecho coincidir las elecciones generales con las andaluzas ya que, a su juicio, eso ha ido en detrimento del debate político autonómico y ha propiciado un descenso de la participación respecto a las elecciones de 1996.

La dirección del PP habilitó el edificio del Casino de la Exposición para los interventores y apoderados que han participado en la jornada electoral, a los que se sumaron militantes y simpatizantes del PP deseosos de celebrar los resultados del partido a nivel nacional. Los dirigentes del partido permanecieron en la sede de la calle San Fernando, donde se vivió un clima generalizado de optimismo tras los resultados alcanzados en las elecciones generales, especialmente por el avance experimentado en Andalucía, donde alcanzaron cuatro escaños más en el Congreso (de 24 a 28) y reducir la diferencia con el PSOE a 125.000 votos. En las elecciones autonómicas la diferencia entre socialistas y populares fue de más de 230.000 sufragios. Dirigentes populares achacaban anoche esta diferencia a que hay muchos votantes que optan por el PA en autonómicas y por el PP en generales.