Las elecciones generales en el País Valenciano (1977-1996) [Texto
Los resultados en elecciones generales en el período comprendido entre 1977 y 1996 han dado lugar en el País Valenciano al diseño de un sistema de partidos bastante estable (el bipartidismo imperfecto), aunque con alguna significativa variación en el período en que el PSPV-PSOE se convirtió en partido dominante, al reunir porcentajes de voto cercanos al 50 % de los votos válidos emitidos, y obtener el poder en los cuatro ámbitos de decisión política: municipios y diputaciones valencianas, Generalitat Valenciana y Estado. Así, pues, desde las elecciones generales de 1982 hasta las de 1993, un período bastante dilatado, los socialistas mantuvieron su mayoría en un buen número de las 46 mayores ciudades, en las diputaciones provinciales valencianas, en las Cortes Valencianas y sumaron más de la mitad de los escaños del Congreso (19 de un total de 29 en las generales de 1982; 18 de 31 en las del 86 y 16 de 31 en las del 89) (Ver Cuadro de Reparto de escaños en las circunscripciones electorales de la Comunitat Valenciana para las Elecciones Generales de la serie 1977-1996) y tres cuartos (9 de 12) de los del Senado correspondientes a nuestra Comunidad. Aunque en la legislatura autonómica del 87/91 le faltasen dos escaños para la mayoría absoluta en las Cortes Valencianas y necesitase los votos de minorías como el CDS para gobernar en algunas de las 46 mayores ciudades del país, los porcentajes de votos del PSPV-PSOE estuvieron siempre cerca de una posición de dominancia, de hegemonía. Esta situación apareció en las elecciones de 1982, y desapareció en las del 93. Antes, la posición del PSPV-PSOE estuvo o bien en las mismas proporciones que UCD, o bien muy distanciada del partido que sucedió a ésta en el espacio del centro-derecha, AP y sus coaliciones, luego el PP.En las elecciones de 1977, las llamadas constituyentes, los dos primeros partidos sumaron el porcentaje más bajo de toda la serie hasta hoy. PSOE y UCD llegaron sólo al 68%, evidenciando que el electorado, por tratarse de unas constituyentes, apoyó a otros partidos de manera significativa, otorgándoles representación en las Cortes que habían de discutir y aprobar la Constitución. Además de estos dos partidos obtuvieron escaños una candidatura competidora de UCD, el CIC, en Castellón, AP, PCE y PSP-US en Valencia, y PCE en Alicante. El equilibrio en escaños para el Congreso entre los dos primeros fue muy alto (13 diputados para el PSOE, y 10 para UCD), mientras que en el Senado, la superioridad del PSOE fue manifiesta (9 de 12, por 3 para UCD). Esta situación se repitió de nuevo en las generales del 79, aunque esta vez el PSPV-PSOE y UCD empataron (13 diputados cada uno), mientras que en el Senado se produjo un empate a 6; la suma de votos de izquierda (PSPV-PSOE y PCE) superó netamente a la del centro-derecha (UCD y AP). Curiosamente, en estas elecciones se produjo una abstención diez puntos superior a la de las generales de 1977.
La victoria socialista
Las elecciones de 1982, poco después de las autonómicas andaluzas, donde se produjo un aplastante triunfo del PSOE, evidenciaron que el fenómeno andaluz no era un hecho aislado. El PSOE obtuvo una abultada mayoría absoluta en el conjunto español, y, siguiendo la tónica española, en el ámbito valenciano y con una participación récord en elecciones generales (nunca después de entonces se ha conseguido el 85% de participación) superó el 50% de los votos válidos emitidosa dejando al segundo partido (una coalición formada por AP con los restos de UCD, PDP, UL, más la recién creada UV) a veintidós puntos de distancia y minimizando al resto de competidores (el PCE, que sólo alcanzó el 4,49%, la UCD, que llegó al 6,16, un incipiente CDS, que obtuvo el 2,40 % y la UPV, que apenas alcanzó el 0,71 %). Esta situación de hegemonía, de partido dominante (19 escaños frente a los 10 del PP, y ninguno de todos los demás, (el número de escaños se había incrementado en uno al pasar Castellón de 4 a 5) iba a repetirse en las inmediatas elecciones municipales y autonómicas del 83, aunque el PCE logró convertirse en el tercer partido con representación en las Cortes Valencianas.
La fisura creada en el electorado con el contencioso complejo del referéndum de la OTAN, la crisis de liderazgo que aparece en AP, el crecimiento del CDS, la dispersión de la fuerzas del centro-derecha y la triple ruptura del PCE después del estrepitoso fracaso de las elecciones del 82, propiciaron que en 1986 se redimensionase el porcentaje de votos del PSPV-PSOE a la baja y apareciesen con fuerza dos competidores del centro-derecha, el CDS y UV, que obtuvieron representación en el Congreso de los Diputados (2 diputados el CDS, y 1 UV).
Cuatro fuerzas políticas lograban representación en el Congreso, mientras el PSOE revalidaba su mayoría de tres cuartos (9 de 12) en el Senado. Este mayor pluralismo, al que no fue ajeno el incremento de dos diputados más en el conjunto valenciano (uno por Alicante, que pasaba de 9 a 10) y otro por Valencia, que pasaba de 15 a 16), que va a producirse fundamentalmente en el espacio del centro-derecha, retrasó el crecimiento del PP como alternativa, pues en 1989, de nuevo se recogió la presencia significativa de UV y CDS (con 2 diputados cada sigla), quedando el PP con un porcentaje más bajo de votos que en el 86, y sólo 9 escaños en el conjunto de la Comunidad Valenciana. EU recuperó su porcentaje de principios de la transición y volvió al Congreso (obtuvo 2 escaños) y el PSOE quedaba ya a diez puntos por debajo de sus excelentes resultados del 82 (pero sumando todavía más de la mitad de los escaños en liza, 16).
El PP supera al PSOE
Aunque en las dos siguientes citas electorales generales el PSOE sólo sufrió una ligera pérdida porcentual, los movimientos en el espectro del centro-derecha, con la práctica desaparición del CDS y los primeros síntomas de declive de UV, se produjo un hecho singular en las elecciones generales de 1993, al superar el PP al PSOE por primera vez y para cualquier tipo de elección en el País Valenciano en votos y porcentaje, e invertirse la mayoría de tres cuartos que el PSOE mantenía en los escaños del Senado y superar en tres escaños a los socialistas (15 el PP, y 12 el PSOE).
Esta superioridad del PP se vería acrecida en votos y porcentaje en las elecciones de 1996 (15 para el PP, 13 para el PSOE), aunque el PSOE ganase el escaño nuevo en Alicante (de las generales del 93 a las del 96, Alicant pasa de 10 a 11 escaños), y se dispararía en las europeas de 1994, y en la doble cita de las aitonómicas y municipales de 1995. El período de hegemonía del PSOE duró, pues, once años, y al verse superado por el PP, primero en el ámbito valenciano (1993), después en las europeas del 94 para el conjunto del Estado y, finalmente, en el ámbito español (1996) se abrió un proceso de hegemonía del PP, que venía de la liquidación de sus competidores del centro-derecha (primero cayó el CDS, y, luego, en una larga agonía que no ha concluido todavía, UV) para ocupar, como el PSOE en el 82, una posición dominante, pues en las recientes elecciones autonómicas de 1999 habría alcanzado el 50% de los votos válidos emitidos. Esta inversión de las mayorías se produjo, además, paralelamente a la recuperación de EU, que en las generales del 93 y en las del 96 obtuvo sus mejores resultados porcentuales desde 1979, y 3 escaños. Sin embargo, la crisis del PSOE que se desata con la pérdida de la Generalitat Valenciana primero y la del Gobierno del Estado, después, no supusieron la consolidación de EU como referente de la izquierda más avanzada. Muy al contrario, la crisis del PSOE, y su pase a la oposición en el Estado no han constituido para IU-EU una mejora de posiciones; la triple cita de junio del 99 puso de manifiesto que IU, con el abandono del PDNI (aquí PDNE) y su marcha hacia el PSOE, y el empecinamiento de su líder, Anguita, en la tesis de las dos orillas caminaba derecho hacia una alarmante minimización política. Sus votantes se abstuvieron en casi un treinta por ciento, y otro veinte por ciento se fue o al PSOE o a otros competidores de izquierda. En resumidas cuentas, del Cuadro de resultados por porcentajes sobre votos válidos emitidos en nuestra Comunitat se deduce que el PSOE, hasta las generales de 1996 parecía tener un suelo muy alto, el PP consiguió sumar una buena parte de todo el voto útil del espacio del centro-derecha, EU parecía poder condicionar las mayorías del futuro, los regionalistas estaban en declive imparable, y el nacionalismo progresista continuaba en los porcentajes testimoniales que le convertían en un competidor sin posibilidades.
Cambios en el Senado
El sistema electoral, la asignación de escaños por circunscripciones y el alto cociente electoral que se produce en las tres circunscripciones hicieron que durante el período de hegemonía electoral del PSOE, a la cualificada mayoría de este partido en el Senado, se uniera la mayoría en las tres circunscripciones para el Congreso. Al cambiar el signo del primer partido en las generales del 93, que lo fue en las tres circunscripciones, la mayoría del Senado se invirtió, y la del Congreso también, pero en la modesta proporción que permite el número de escaños a repartir en el conjunto. En realidad, la distancia que mantiene en las generales de 1993 y en las del 96 el PP con el PSOE es mucho menor que la que tuvo el segundo con el primero entre las de 1982 y las del 89.
En efecto, Castelló eligió en las generales de 1977 cuantro diputados; si exceptuamos esas elecciones, en que el CIC logró obtener un diputado (UCD y PSOE se repartieron uno y dos respectivamente), en el resto de citas electorales generales, o el PSOE obtuvo 3 y el PP, 2 (1979, 82, 86 y 89), o el PP obtuvo 3 y el PSOE 2 (1993 y 96). En Valencia, el reparto de un número mayor de diputados, los 15 de las primeras elecciones, o los 16 a partir de las generales de 1986, permitió, en principio, que otras fuerzas obtuviesen representación, salvo en las del 82, en el que sólo la consiguieron PSOE y PP. La máxima pluralidad se dio en 1989 (cinco fuerzas), y la menor en las del 82. En las dos últimas consultas se repitieron los resultados y cuatro fuerzas accedieron desde la Comnunidad Valenciana al Parlamento español.
La circunscripción de Alicante, a medio camino entre las de Castellón y Valencia (elegía primero 9 diputados, desde las de 1986, 10 y desde las generales del 96, 11, evidenciando ser la de mayor dinamismo demográfico) sólo en una ocasión permitió la representación de cuatro fuerzas (1989), en el resto, o dos (1982) o tres (en el resto).
Las perspectivas que se presentan en las elecciones que se celebran hoy sólo han de despejar si se confirman las tendencias que marcaron los comicios de 1996, y si los resultados de la triple cita de junio del 99 vuelven a repetirse.
Vicent Franch es profesor de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad de Valencia. Vicent.Franch@uv.es
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