Correos pagó 350 millones por un local de Marbella que meses antes costó la mitad

Marta Jiménez Notario, hermana de un ex concejal del Grupo Independiente Liberal (GIL) de Marbella e hija del gerente de Contratas 2000 -una empresa municipal del Ayuntamiento marbellí-, es la administradora única de Paracaima, SL, una sociedad que en junio de 1996 pagó 148 millones de pesetas por un local comercial que apenas seis meses después vendió a Correos por 350. El edificio, sede de Correos en Marbella, aumentó su valor en 202 millones de pesetas en sólo 171 días.

La empresa Solares y Rústicas Paracaima, SL, compró en noviembre de 1995 un local comercial situado en los bajos del complejo residencial Las Flores, en Marbella. En el contrato se pactó un precio de algo más de 148,5 millones de pesetas, que no había que pagar en ese momento; se le concedía una moratoria de pago de siete meses. Paracaima debía pagar antes del 30 de junio de 1996. El vendedor, la empresa constructora Jotsa, no tuvo especial cuidado en incluir cláusula alguna que asegurara el pago. Probablemente porque había confianza de sobra. A mitad de 1996, la empresa Jotsa había labrado ya una excelente relación con el mundo de la construcción marbellí y con todo lo que rodea a Jesús Gil: gran parte de los convenios urbanísticos firmados por el Ayuntamiento de Marbella en los primeros años de Gil fueron adjudicados a Jotsa, empresa en la que participa, entre otros, la hermana de la ministra de Justicia, Margarita Mariscal.

La figura de Jesús Gil se vislumbra al fondo de Paracaima, SL; por un lado, el padre de Marta Jiménez, José Luis, es su hombre de confianza -y compañero de pleitos- desde hace muchos años. Por otro, Miriam Gil Marín, su hija, estuvo ligada durante algunos meses a la sociedad Paracaima, la que consiguió las fantásticas plusvalías. Su nombre aparece en un acta notarial que recoge un balance contable de la sociedad. En la actualidad, Miriam no mantiene ninguna relación con la empresa.

La antigua sede de Correos en Marbella se encontraba en muy mal estado, lo que obligó a esta empresa pública a buscar un nuevo edificio. Según Correos, antes de la compra, se abrió un concurso público al que se presentaron siete ofertas. La adquisición definitiva a Paracaima, SL, se decidió, según las mismas fuentes, a partir de la tasación favorable realizada por una consultora pública.