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ACOSO JUDICIAL A PINOCHET

Los médicos españoles avisaron de que Pinochet no padece un deterioro mental ni físico grave

Los ocho expertos médicos españoles que cuestionaron como peritos judiciales el informe médico que sirvió para la liberación del general Augusto Pinochet el pasado 2 de marzo hallaron lagunas, contradicciones y frivolidades en el examen realizado por tres médicos y una neuropsicóloga británicos, según se desprende de los informes individuales, cuyo secreto fue levantado ayer. Los especialistas españoles consideran que la salud física y mental de Pinochet, según el citado informe, no acredita un deterioro grave o, al menos, suficiente como para que el acusado no pueda comparecer en juicio.

Los ocho expertos realizaron sus informes de forma independiente, a la vista del informe de cinco folios largos firmado el pasado 6 de enero por los doctores John Grimley Evans, Michael J. Denham y Andrew Lees, tras examinar al general Augusto Pinochet el día anterior en el Northwick Park Hospital de Londres. El diagnóstico británico subrayaba que el ex dictador está incapacitado para ser sometido a juicio en España. Una pieza clave del diagnóstico eran las pruebas realizadas por la neuropsicóloga María Wyke; ésta no formó parte del equipo que firmó el informe médico, pero su aportación fue definitiva para concluir que el ex dictador estaba incapacitado para someterse a juicio.Ayer, el juez Baltasar Garzón entregó a las partes del procedimiento judicial los ocho informes individuales de los expertos españoles. Hasta ayer sólo se conocía el dictamen conjunto de los ocho expertos, cuyo contenido fue dado a conocer al entregarlo al Ministerio del Interior británico, el 22 de febrero, como parte de las alegaciones solicitadas. En ellas también se incluían los informes individuales, pero el juez Garzón decidió mantenerlos en secreto a expensas de lo que dispusiera el Ministerio del Interior británico. A la vista de que no se pidió confidencialidad, el juez ha anulado el secreto.

Antonio Vázquez Rodríguez, neurólogo jefe de la sección de Neurología del Hospital Clínico de Madrid, señala "las pruebas globales del estudio neuropsicológico muestran un grado límite de deterioro orgánico bastante habitual en personas de esa edad [84 años] no consideradas con demencia. En las pruebas de memoria, no estoy convencido de que se haya eliminado el factor de falta de atención, por aburrimiento, cansancio, sedación por sus medicamentos, etc..., por el tipo de resultados obtenidos". Según señala, algunas de las conclusiones del informe médico británico le parecen "surrealistas". Vázquez Rodriguez dice: "Saca datos del contexto, mezcla otros no relacionados, llega a conclusiones incoherentes e, incluso, absurdas". Según afirma, "el paciente presenta un síndrome de deterioro multifactorial del anciano con algunos trastornos no importantes de la microcirculación subcortical cerebral". A su juicio, "ninguno de ellos ocasionan un menoscabo significativo de su estado mental, su capacidad de coordinación de ideas, de recordar, de comprender y entender; asimismo, tampoco alterarían de forma grave su estado psicológico".

La psicóloga Elena Bizcarrondo señala que el "informe neuropsicológico de la doctora María Wyke es insuficiente para valorar la salud mental del procesado. No es una evaluación médica con historia clínica, examen físico, estudios, diagnósticos, pronóstico, tratamiento completo. Los hechos son discutibles, por incompletos y opinables". La doctora agrega que "la posibilidad de simulación existe, sobre todo, desconociendo el carácter y posible o no patología psiquiátrica del paciente. El informe trata de una manera frívola el tema de la depresión en el paciente, al afirmar que el paciente se sigue sintiendo nostálgico. Yo supondría que el paciente aparte de estar 'nostálgico' y 'aburrido' por sus 'males físicos' tiene razones para estar muy preocupado, triste, angustiado, irritado, al estar retenido contra su voluntad, fuera de su país, encausado en un proceso con severas acusaciones y con un futuro incierto".

El doctor Valentín Corcés Pando señala que las pruebas realizadas no se ajusta a los protocolos y recomendaciones del Real Colegio de Psiquiatras del Reino Unido y, asimismo, agrega que "el contexto de la exploración no fue correcto", y subraya que se ha ha inducido "seguramente a error en alguna de las valoraciones confundiéndose disminución de la atención con déficit cognitivo". Según el experto, "el exámen clínico neurológico tiende a orientar el diagnóstico hacia una alteración cerebrovascular no siempre bien tratada, lógicamente, de discapacidad del senador Pinochet para atender a un juicio en nuestro país".

El doctor Francisco Ramos Campos apunta que las versiones de las pruebas utilizadas para medir la escala de inteligencia del ex dictador (escala de Weschler) no son las actualizadas actualmente y ya disponibles, ni son las más amplias para verificar el impacto del daño cerebral.

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