Pujol se vanagloria ante Pimec-Sefes de defender mejor a los empresarios que el PP

En la vida hay amigos y conocidos. Con esta premisa, el presidente de la la Generalitat, Jordi Pujol, pidió ayer a los empresarios que den su voto a CiU el próximo domingo. "Nosotros hemos sido amigos de la economía, del mundo empresarial y del tejido económico y social", dijo ante 600 empresarios convocados en Barcelona por la patronal Pimec-Sefes, en el mismo foro en el que José Maria Aznar prometió suprimir el impuesto de actividades económicas. Sin citar al PP, Pujol afirmó que frente a amigos como CiU, a otros "sólo se les ve cuando les conviene".

Pujol dijo a los empresarios: "Ustedes tienen muchos novios, todo el mundo les halaga, pero hay que saber distinguir entre los conocidos y los amigos". Y añadió: "Estamos al servicio de ustedes porque estando a su servicio, estamos al servicio del país".El presidente de la Generalitat y líder de CiU acudió al encuentro con los empresarios acompañado por pesos pesados de CiU: el cabeza de lista por Barcelona, Xavier Trias, y el consejero de Economía, Artur Mas. No asistió en el último momento Josep Antoni Duran Lleida. En su lugar lo hizo el número cuatro por Barcelona, Josep Sánchez Llibre.

Pujol aseguró que CiU está dispuesta a seguir aportando "estabilidad" a quien logre formar gobierno en Madrid, pero advirtió que "no en detrimento de los intereses de Cataluña". Pujol se esforzó en trasmitir la idea de que es CiU la que "garantiza la estabilidad" económica. "Primero en la época de Fuentes Quintana , después con el PSOE durante la huelga general de 1988 y cuando en 1995 el Gobierno socialista tenía una gran presión por los casos de corrupción, y después con el PP.

La voz en Madrid

Por su parte, Xavier Trias dijo que CiU será la voz de entidades "de todo tipo en Madrid" y de forma particular de las pequeñas y medianas empresas. Trias acusó al PP de estar a favor de las grandes superficies comerciales y de la libertad de horarios, de la economía financiera y de las grandes fusiones empresariales.

En la misma línea, Josep Sánchez Llibre, destacó la "complicidad" de CiU con las pequeñas y medianas empresas "porque lo hemos mamado del pecho de nuestra madre", afirmó.

Por la tarde, Jordi Pujol contestó desde Tarragona a las acusaciones de que Convergència i Unió ya ha puesto precio a su futura colaboración parlamentaria vinculándola a la reducción del déficit fiscal de Cataluña en 400.000 millones de pesetas anuales. El presidente de la Generalitat afirmó que Cataluña tan sólo reclama la tercera parte de lo que le pertenece.

Ayer, en el primer mitin final de campaña y ante un millar de personas, Pujol alertó de que si la Generalitat no consigue la mejora del sistema de financiación, Cataluña corre el riesgo de convertirse en una autonomía de "pacotilla" y de reducir su poder a algo "teórico y ficticio". Para rebatir estos ataques, el presidente añadió que CiU no va a Madrid con mentalidad de partido "bisagra o de complemento", sino con ambición de "gobierno, de Estado y de país".

Todos los dirigentes de la coalición que ayer tomaron la palabra (Josep Antoni Duran Lleida, Xavier Trias y Jordi Pujol) coincidieron en un argumento: sus duros ataques a un Partido Popular al borde de la mayoría absoluta según las encuestas, lo cual, a su juicio, sería muy pernicioso para los intereses de Cataluña. Incluso, Trias y Duran subrayaron que el próximo domingo no se decide entre un Gobierno del PP o del PSOE, sino que está en juego el futuro de Cataluña.

Los conservadores fueron, sin excepción, la diana de las críticas de los dirigentes de CiU. Sobre todo por la negativa de los líderes del PP a la utilización del catalán en el Senado.

Trias dijo que esta actitud es fruto de la "tontería y de la ignorancia" y aconsejó a José María Aznar que viaje por el mundo.