"Aquí lo que hace falta es aplicar medidas de acción positiva"
Como en años anteriores, con motivo de la celebración hoy del Día Internacional de la Mujer, la directora de Emakunde, Txaro Arteaga, ha dirigido un mensaje a través de los medios de comunicación que actualiza la lucha feminista porque "las mujeres seguimos estando en situaciones desiguales, en todos los ciclos y ámbitos de la vida". Pregunta. Su mensaje este año está dirigido a los jóvenes. ¿Por qué? ¿Incluye tanto a hombres como a mujeres jóvenes?
Respuesta. Nuestro mensaje se dirige siempre a hombres y a mujeres. En el cambio social que exige la democracia estamos implicados tanto hombres como mujeres. Si las mujeres hemos empezado a cuestionarnos nuestra condición femenina, los hombres que no lo han hecho ya van a tener que cuestionarse su condición masculina.
P. ¿Cuál es la realidad juvenil?
R. Nuestros estudios demuestran que el modelo al que aspiran chicos y chicas jóvenes es a compartir, tanto una profesión como el trabajo doméstico. Teóricamente, desean formar una relación en pareja basada en la igualdad. Sin embargo, estos mismos estudios dicen que las mujeres incluyen en su proyecto vital el ámbito privado, de la familia. Los chicos, no; sólamente hablan de la cuestión profesional. A pesar de la teoría, el hombre ha construido su identidad en base a su profesión y así sigue siendo. La teoría no está interiorizada aún.
P. Un reciente estudio del Gobierno vasco pone de manifiesto que las mujeres consideran que, en general, sí existe discriminación, pero a la hora de personalizar aseguran no haber vivido una situación de este tipo.
R. Lo ven en las demás de forma clarísima, pero no en ellas. Eso es por el nivel de alienación que todavía tenemos. Hemos asumido la cultura androcéntrica y se han normalizado situaciones erróneas. Las mujeres seguimos estando estructuralmente en el ámbito de lo privado y los hombres, en el ámbito de lo público.
P. ¿No cree que a fuerza de repetirse año tras año las reivindicaciones de las mujeres se han vuelto pesadas para el público en general?
R. Claro. Ése es nuestro problema. El mensaje es la conciliación. El tema es que las mujeres entren en el mercado de trabajo, pero no que dejen de hacer labores tradicionalmente femeninas. Se trata de que ellos incorporen a sus conocimientos todos esos saberes.
P. ¿Cuál es el reto de la mujer para el tercer milenio?
R. Al final no hay retos de la mujer, es también el de los hombres: el reto de la igualdad.
P. ¿Qué importancia tiene en todo esto el lenguaje?
R. Muchísima. Todo lo que ves y todo lo que oyes te está creando una identidad. A través del lenguaje durante toda la vida a las mujeres se nos transmite que somos invisibles, con el uso del falso genérico masculino. Cuando no se te nombra es que no se te ve. Curiosamente, cuando hablan de temas como el maltrato sí se nos nombra, porque nos están viendo.
P. Teniendo en cuenta que Euskadi tiene la tasa de natalidad más baja de Europa, ¿dónde se queda la maternidad?
R. Las mujeres vamos a tener hijos, pero vamos a exigir tenerlos en otras condiciones. Lo que hace falta es un empleo suficientemente remunerado y fijo para cada miembro de la pareja.
P. ¿El tema de las cuotas está superado?
R. No. Estar donde se toman las decisiones es un imperativo democrático. A todos nos gustaría que no hubiera que poner cuotas, pero son imprescindibles. En el Parlamento vasco necesitaríamos sólo 16 mujeres más para llegar a la paridad. No puedo creer que hoy día no haya 16 mujeres mejores que 16 hombres que sí están ahí. Que no nos vengan con historias. Aquí lo que hay que hacer es poner medidas de acción postiva porque sino, no llegamos, y así de claro.
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