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Matutes cree que Thatcher también necesita un examen médico

La arrogancia de la exprimera ministra británica Margaret Thatcher, que regaló a Augusto Pinochet como recuerdo de su procesamiento en Londres un plato con una imagen de la derrota de la Armada Invencible, mereció ayer un comentario irónico del ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes. El regalo de la dama de hierro, al que adjuntó una nota en la que interpretaba el regreso del exdictador a Chile como una derrota de los "intentos de España de imponer un colonialismo judicial", es para Matutes un muestra de la ancianidad de la política conservadora británica. "Creo que la anciana señora Thatcher también merece un análisis por parte de los médicos", declaró el ministro español, trazando un símil con la supuesta incapacidad mental del exdictador chileno detectada por los médicos que certificaron su incapacidad de ser sometido a juicio."Quiero recordar que los tribunales británicos han ido sucesivamente dando la razón a las actuaciones judiciales españolas", dijo Matutes en una conversación con este diario. Y añadió: "El regreso de Pinochet a Chile es la consecuencia de una decisión política y personal del ministro británico Jack Straw, adoptada a demanda de Chile y por razones humanitarias".

Thatcher fue la más ardiente defensora en Londres del exdictador chileno, en deuda por su colaboración militar con el Reino Unido en la guerra de las Malvinas contra Argentina.

"Ancianidad"

Para el ministro, la actitud de Thatcher -"destemplada y anacrónica"- es fruto de la "ancianidad".

El ministro español elogió la decisión del juez chileno Juan Guzmán Tapia de pedir el desafuero como senador vitalicio de Pinochet como un primer paso para que el ex dictador responda ante los tribunales chilenos. "No sólo espero, sino que creo firmemente en el compromiso de las autoridades chilenas" de que Pinochet responda ante los tribunales. "Lo digo", añadió, "porque respeto el proceso de transición chileno, porque creo en la dignidad y soberanía de Chile y no comparto el criterio de quienes consideran que es una democracia vigilada que necesita nuestra tutela", precisó.

El caso Pinochet, del que lamenta "las filtraciones y las distorsiones" que ha habido en el proceso, ha sido, en su opinión, una hipoteca en las relaciones de España con Chile y con toda Iberoamérica, que se ha resuelto con una victoria de la justicia internacional que ha dado un paso adelante. "La represión que representa el general Pinochet ha sido derrotada política y moralmente", añadió.

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