Los terroristas usaron en Intxaurrondo 40 kilos de dinamita, el doble que en el atentado de Buesa
El comando Donosti de ETA colocó cerca de 40 kilos de la dinamita robada en septiembre pasado en Plevin (en la Bretaña francesa) en el coche bomba que hizo estallar en la noche del lunes en el barrio de Intxaurrondo (San Sebastián) al paso de una patrulla de la Guardia Civil. ETA ha recuperado con esta acción uno de sus grupos más activos, que sufrió la última desarticulación parcial en marzo de 1999 con la detención de dos liberados (a sueldo). La cantidad de explosivo utilizada en este atentado es el doble de la empleada para asesinar, el pasado día 22, al dirigente socialista vasco Fernando Buesa y a su escolta.
Los terroristas que participaron en el atentado contra el coche patrulla de la Guardia Civil fueron al menos tres, según fuentes de la investigación. Dos de ellos se encontraban con el mando a distancia que hizo explosionar la carga de dinamita y un tercero, que portaba un móvil, estaba en las inmediaciones para controlar la llegada del furgón blindado del instituto armado.Los terroristas colocaron 40 kilos de dinamita y una cantidad indeterminada de metralla en el interior de una olla (para proyectar la onda expansiva como si fuese un cañón) colocada en el maletero del coche bomba, que estaba mal aparcado en una zona en curva, ocupando uno de los dos carriles del paseo de Zarategi.
El botón del mando a distancia fue apretado en el momento en el que los activistas comprobaron visualmente que los patrulleros se encontraban en paralelo al coche bomba. Sin embargo, un error de perspectiva hizo que la explosión alcanzara principalmente a la parte trasera del Nissan Patrol AWD, que quedó totalmente destrozada y abierta, mientras que el mayor blindaje de la cabina de conductor y copiloto absorbió el impacto y apenas se deformó.
Una vez producida la deflagración, uno de los testigos presenciales se acercó a un presunto terrorista que tenía el teléfono móvil e intentó persuadirlo para que lo utilizara para dar la alarma a la policía y a los servicios de emergencia. El supuesto activista aseguró que tenía cosas más importantes que hacer, echó a andar de manera apresurada, se metió en un coche y abandonó el lugar del atentado.
La carga -el doble de la empleada para segar la vida del parlamentario socialista vasco y el ertzaina Jorge Díez- pretendía reventar el blindaje de la patrulla, cuya resistencia evitó una tragedia en la recta final de la campaña electoral. Ninguno de los siete heridos, salvo la agente del instituto armado que permanece en estado grave, revestía ayer gravedad. Además, el hecho de que la explosión se produjera en un espacio muy abierto pudo contribuir a difuminar la proyección de la onda expansiva.
Coche robado en febrero
El coche bomba utilizado en el atentado por el comando Donosti, grupo al que Policía y Ertzaintza (policía vasca) atribuyen la autoría de los hechos, fue robado en la localidad vizcaína de Amorebieta en la noche del 19 al 20 de febrero, luego fue guardado en un garaje seguro y trasladado a Guipúzcoa, según informaron ayer fuentes del instituto armado. El coche utilizado en el crimen de Buesa sufrió una peripecia similar, ya que fue robado en Tolosa (Guipúzcoa) y trasladado luego a Vitoria. El modelo explosionado el lunes era un Renault19 al que posteriormente los etarras le colocaron una matrícula falsa de San Sebastián, duplicada de un vehículo similar.
El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, confirmó desde la mañana que lo más probable es que la dinamita empleada en el atentado formara parte del cargamento de 8.000 kilos robado el 28 de septiembre de 1999 en Bretaña por un comando conjunto formado por terroristas de ETA y del grupo independentista armado autodenominado Ejército Revolucionario Bretón.
Parte de la dinamita fue posteriormente recuperada en distintas acciones en Francia y en España, aunque ETA ha conseguido repartir una parte. Algo más de 100 kilos de ese explosivo ya han sido utilizados en los tres ultimos atentados y en el que pretendía realizar el comando Vizcaya a principios de año, también contra una patrulla de la Guardia Civil en la capital vizcaína.
"La banda hizo una serie de lotes con el explosivo que ha logrado repartir entre sus comandos operativos", aseguró ayer el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso. El consejero de Interior, Javier Balza, que se desplazó ayer hasta la residencia Nuestra Señora de Aránzazu, donde se encontraban internados los agentes heridos, confirmó que los expertos en explosivos de la policía vasca creen que el explosivo procedía del robo de Bretaña. Según todos los indicios que manejan los diferentes cuerpos policiales, ETA ha conseguido reorganizar el comando Donosti. La hipótesis que va tomando fuerza, y que ya fue avanzada por el Ministerio del Interior tras el atentado de Vitoria, es la de que ETA mantiene dos taldes en Guipúzcoa, uno de ellos estable y un segundo grupo con carácter itinerante que, presumiblemente, fue el responsable del asesinato de Buesa en la capital alavesa.
La última desarticulación parcial de este comando la realizó la Policía el 10 de marzo pasado cuando se detuvo a los dos presuntos liberados Sergio Polo y Kepa Etxeberria y a casi una docena de laguntzailes (colaboradores) que había sido reclutados por la banda.
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