Elecciones 2000

La Generalitat no pudo rebajar su deuda de 1,7 billones pese a la bonanza económica

Barcelona - 08 mar 2000 - 00:00CET

La deuda global de la Generalitat ascendió a finales del pasado año a 1,7 billones de pesetas, según admitió ayer el consejero de Economía y Finanzas, Artur Mas. La mejora de la actividad económica no ha sido aprovechada por tanto para reducir el endeudamiento público, ya que la Administración autonómica mantiene el mismo nivel que a finales de 1998. Mas presentará los índices definitivos en el Parlament, cuando dé cuenta de los presupuestos para el año 2000. Según el Banco de España, Cataluña sigue siendo la comunidad más endeudada de España.

La cifra de 1,7 billones de pesetas engloba tanto la deuda correspondiente al Gobierno catalán como la de los organismos autónomos administrativos y comerciales como a las empresas públicas. No obstante, la deuda computable según los criterios de Maastrich es de 1,3 billones de pesetas, o sea la misma que a finales de 1998.Por otra parte, según los últimos datos del Banco de España,que se rige por criterios distintos, a 30 de septiembre de 1999, la deuda de la Generalitat ascendía a 8.664 millones de euros (1,438 billones de pesetas). Se trata de un endeudamiento superior en 205 millones de euros que el registrado a finales de 1998.

Los datos que proporcionó ayer Mas son provisionales, ya que los definitivos serán dados a conocer a finales de este mes de marzo en el Parlament cuando presente el proyecto de presupuestos para el año 2000. El departamento prevé equilibrar el presupuesto de la Generalitat en el ejercicio de 2002.

Déficit fiscal

Cataluña sigue siendo, para el Banco de España, la comunidad autónoma más endeudada de todo el Estado en términos absolutos, y en relación con su Producto Interior Bruto está en tercer lugar (8,9%), tan sólo por detrás de Galicia (9,5%) y Andalucía (9,4%).

Por otra parte, el consejero de Economía y Finanzas dio a conocer ayer los resultados de el último estudio sobre el déficit fiscal de Cataluña con relación a España y que según el mismo asciende a 1,3 billones de pesetas.

El informe ha sido elaborado por los catedráticos Guillem López y Esther Martínez, de la Universidad Pompeu Fabra, por encargo del propio Gobierno de Convergència i Unió. Este estudio servirá de base para que la coalición nacionalista pueda negociar en la próxima legislatura un nuevo sistema de financiación para Cataluña y que se basa en un pacto fiscal.

El déficit es la diferencia entre lo que pagan los catalanes en impuestos y lo que después el Estado retorna a Cataluña en forma de inversiones, transferencias, subsidios y servicios. Según informó Mas, en 1998 cada catalán aportó a la Hacienda estatal 216.000 pesetas que después no se invirtieron en Cataluña. Los 1,3 billones de pesetas equivalen al 8,4% del Producto Interior Bruto (PIB) de esta comunidad autónoma.

Para el consejero, esta cifra se ha reducido tras la entrada del vigente sistema de financiación que traspasa a las autonomías el 30% del IRPF, lo que, según Mas, ha proporcionado a la Generalitat unos ingresos adicionales de 100.000 millones al año.

Los nacionalistas consideran que en el nuevo modelo de financiación, que deberá aplicarse en el quinquenio 2002-2006, este déficit debería reducirse en unos 400.000 millones anuales.

PASA A LA PÁGINA 4

Susanna Saez

CiU recurre de nuevo a Pujol a la vista de los sondeos adversos

VIENE DE LA PÁGINA 1 El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, advirtió ayer de que CiU no pactará con ningún partido que no garantice la mejora del modelo de financiación y que partir del 13 de marzo la coalición endurecerá su actitud sobre esta cuestión.

Pujol hizo estas declaraciones en la rueda de prensa convocada para presentar el pacto fiscal que proponen los nacionalistas. Una rueda de prensa "solemne" -según la calificó el presidente- y en la que estuvieron presentes el cabeza de cartel, Xavier Trias; el consejero de Economía, Artur Mas; el candidato de Unió Josep Sánchez Llibre, y el número dos de la lista, Heribert Padrol, ex jefe del Departamento de Inspección de la Agencia Tributaria.

Y es que la coalición nacionalista se ha visto obligada a lanzar una enérgica ofensiva electoral, apoyada por el Gobierno de la Generalitat, como medida para constrarrestar los negativos resultados que les auguran sus propias encuestas. Según el sondeo de finales de la pasada semana, CiU obtendría unos 13 diputados, cuando en la actualidad dispone de 16. No obstante, la encuesta de ayer mismo refleja una ligera recuperación del voto.

Ayer ya se vislumbró esta estrategia. Por la mañana Mas presentaba el informe sobre el déficit fiscal y por la tarde los cinco dirigentes de CiU lo remataban en una rueda de prensa para exponer el pacto fiscal.

El equipo de campaña de CiU ha vuelto a recurrir al mismo método de siempre: implicar más a Jordi Pujol, lo que les asegura, al menos, mayor presencia de público en los actos. Al principio de la campaña, según informó el secretario general de Convergència, Pere Esteve, el presidente sólo debía participar en los mítines finales de campaña y en dos actos sectoriales. Pero de momento los dos se han convertido en cuatro: sanidad, deportes, Día Internacional de la Mujer y un encuentro con la patronal Pimec-Sefes. Pujol se reunirá hoy con un grupo de empresarios con los que mantendrá un coloquio cuyo título es Una apuesta permanente por el mundo empresarial.

Los dirigentes de la coalición también han modificado su discurso y han acentuado sus críticas contra el PP, que en las encuestas se acerca peligrosamente a CiU. En la formación nacionalista se considera un grave error que Xavier Trias, tras publicarse los sondeos del domingo que pronosticaban una victoria del PP, optara por culpar directamente al partido socialista de este resultado y obviara cualquier ataque a los conservadores.

El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, es quien ha lanzado las más duras críticas contra el PP y especialmente contra su candidato en Barcelona, Josep Piqué. Ayer mismo manifestó que Piqué es tan solo "un proyecto personal, y de la misma manera que ha estado en Ertoil y ahora en el PP podría estar mañana en la Coca-Cola".

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