En los fogones del líder.
Equipos de confianza, que supervisan los mensajes, la imagen y la agenda del candidato, siguen la campaña desde la trastienda
Las campañas electorales crean un macroclima -el que se ve en los mítines y plazas públicas- y un microclima, que viaja con los candidatos a todas partes. Para soportar las especiales condiciones meteorológicas de este último, los partidos suelen reducir al mínimo las comitivas que prestan el apoyo logístico -y también humano- a sus candidatos, aunque el alarde de medios -técnicos y personales- depende irremediablemente del potencial financiero de cada formación.El del candidato de IU, Antonio Romero, es, por ejemplo, un equipo de mínimos. Y el del andalucista Pedro Pacheco, de acérrimos. En este caso, más que influir los dineros, pesa la desconexión entre el aparato del PA y el del alcalde de Jerez de la Frontera. En el microclima se hornean, como invitados excepcionales, los periodistas que cubren cada una de las actividades electorales.
Pero ellos, obviamente, no responden al perfil de cocineros del candidato, si no más bien al de camareros, entendidos como aquellos que se encargan de transmitir casi todo lo que ven y oyen del candidato y que previamente ha salido de la mente de otros, que están en la sombra, es decir, los fogones, la cocina. La mayoría de los acompañantes trabajan habitualmente con el candidato y aseguran que sacan adelante las campañas electorales sacrificando sus días libres y vacaciones para echar una mano y arropar al cabeza de lista.
Avanzadilla y retaguardia
Caravana del PSOE.- Sólo tres personas viajan de forma permanente en el autobús junto al candidato socialista, además de sus escoltas. Procedentes del ámbito institucional el director del gabinete de análisis y relaciones institucionales de la Consejería de Presidencia, Juan Gallo, que ejerce como jefe de gabinete de campaña y la jefa de la oficina de la Presidencia de la Junta, Priscila de Domingo, que lleva la agenda personal de Manuel Chaves. La tercera persona que integra el equipo permanente es Miguel Ángel Vázquez, jefe de prensa -una función que también ocupa en el PSOE andaluz- y el único de los tres que visita a menudo el autobús donde viajan los periodistas.
Como utillero de la caravana viaja Antonio Bellamy, que se adelanta varias horas a la llegada del autobús electoral para verificar que todo esté a punto para la intervención del líder. En la avanzadilla también figura José Manuel Cervera, asesor de Presidencia, que planifica con los responsables socialistas locales el orden y los tiempos de los discursos, y de algún modo moviliza a las agrupaciones para que se vuelquen.
El equipo de Chaves se mantiene en contacto estrecho con los responsables orgánicos socialistas para planificar cada día los mensajes electorales y estar al quite de cualquier novedad. Desde la sede regional, el secretario de organización, Luis Pizarro, marca las directrices del día a día, aunque Manuel Chaves, a diferencia de los discursos institucionales, gusta de escribir sus propias intervenciones electorales. Aprovecha los desplazamientos por Andalucía para tomar notas y esbozar los discursos. Al margen del partido, el candidato socialista presta especial atención a los análisis e ideas de Alfredo Pérez Cano, viceconsejero de la Presidencia y una de las mentes más solventes del equipo institucional. Componen la caravana dos autobuses -el del candidato y el de prensa- y un coche de apoyo, que Chaves utiliza cuando necesita acortar tiempos para desplazarse entre localidades.
Caravana del PP.-Junto a la candidata Teófila Martínez,viajan la coordinadora de presidencia del PP y cabeza de lista al Congreso por Huelva, Fátima Báñez; el jefe de prensa del PP regional, Mateo Rísquez, y Susana Mensaque, una licenciada en Ciencias Políticas sin cargos en el partido, que ejerce de consejera áulica de la candidata popular. David, chófer habitual de la alcaldesa de Cádiz, conduce la furgoneta verde, de la marca Mercedes, popularizada ya como la teofilacón.
En la sede regional del Partido Popular, dos asesoras recopilan a diario toda la información que necesita la candidata. Y José Luis Sanz, responsable de la campaña electoral, supervisa día a día el desarrollo de la jornada. Además de la furgoneta de Martínez, componen la caravana del PP otro coche, donde viaja el técnico de sonido y un pequeño escenario, y el autobús de la prensa.
Caravana de IU.- Antonio Romero se desplaza en el coche particular (un Citröen ZX) que pertenece a Antonio Alarcón, que ejerce también la labor de conductor del candidato. El candidato trata de regresar cada noche a Humilladero (Málaga), su pueblo, para recargar pilas. Cuando necesita descansar por otros lares, lo hace casi siempre en casas de correligionarios.
En el automóvil le acompaña Amaya Alegría, como jefa de prensa del candidato. Como coordinadora de la caravana periodística viaja Esther Fernández Fajardo, la jefa de prensa del grupo parlamentario de IU. Anota cada día en una pizarra el itinerario (ayuda, entre otras cosas, a que los periodistas sepan dónde están, que en campaña no debe ser fácil).
En la retaguardia, arropan al candidato los integrantes del comité electoral de campaña: Manuel López Calvo, Javier Navascués y José Antonio Barragán. Y, en cada localidad, los responsables de la federación le organizan la agenda y las actividades, como hizo Diego Valderas al programar un paseo en barco en Huelva. Al candidato de IU le ayuda para salir airoso de cualquier situación su memoria de elefante. El coche de Romero y el microbús de los periodistas componen la caravana más sobria de las cuatro formaciones electorales.
Asesores y amigos
Caravana del PA.- El candidato andalucista se desplaza en su propio automóvil (Audi A4), con su chófer habitual y en compañía del concejal de Presidencia de Jerez, José Rodríguez Carrión. En otro vehículo viajan algunos asesores habituales del Ayuntamiento de Jerez y allegados a Pacheco, como Rafael Kubalita, que se encarga de mantener la bodega municipal. De Kubalita se saben pocas cosas, pero importantes: fue futbolista, se parece al jugador del Barça Kubala y sabe de vinos y jamón como nadie. Completan la cocina del candidato andalucista su jefe de prensa, Paulino García, que ocupa la misma función en el grupo parlamentario.
En la retaguardia de Pacheco, no hay nadie. A la vanguardia (las estructuras de partido de los lugares que visita), tampoco. Pedro Pacheco se organiza la agenda y la campaña casi por libre, al igual que hace cuatro años, cuando encabezó la misma candidatura a la presidencia de la Junta. Además de los dos coches, cierra la caravana andalucista un microbús con la prensa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.