Zaplana gana con los jóvenes en Valencia, pero pincha en Elche

Eduardo Zaplana pasó ayer de un extremo al otro. Por la mañana, ante los jóvenes reclutados en Valencia, vivió el éxito. Por la tarde pinchó en un acto electoral celebrado en territorio hostil, Elche. En Valencia prometió a los jóvenes -la "prioridad" del PP, dijo- que en los próximos cuatro años "todos" van a encontrar trabajo. En Elche, ante un escasísimo público, aseguró que su gobierno no distingue entre ciudades gobernadas por el PP o por el PSOE.

En Valencia, Zaplana llegó con el jersei atado a la cintura, subió con aires atléticos a la tribuna y fue aclamado como si fuera el candidato, eclipsando al número uno al Congreso por Valencia, Francisco Camps -quien, pese a la solana que caía, se mostró más antiguo y no se despojó de su jersei- y a los demás aspirantes, que llevaban un buen rato allí sin que los jóvenes que el PP había traído desde todo el territorio valenciano, desde Vinaròs a Orihuela, les hicieran ni caso. Fue presentado como el presidente más joven de una comunidad y en su discurso hizo gala de ello, aun a costa de dejar como viejos a candidatos y miembros del Consell como José Ramón García Margallo, Pedro Agramunt y José Luis Olivas, a los que citó.El presidente de la Generalitat defendió la opción del PP frente al "parque jurásico" que representan los socialistas, y pidió el voto para "no volver al pasado". Se refirió a los socialistas como "aquellos conservadores que sólo querían el poder", aseguró que los jóvenes son la "prioridad" del PP, les prometió que en los próximos cuatro años "van a encontrar todos un puesto de trabajo" y citó como hitos de su gestión el circuito de Cheste, la Ciudad de las Artes y Terra Mítica. Camps se felicitó porque el PP ha cumplido el "compromiso histórico" de que el servicio militar deje de ser obligatorio, así como por la despenalización de la insumisión, y aseguró que ahora los jóvenes "pueden adquirir viviendas mucho más baratas que antes".

La otra cara de la moneda la vivió Zaplana en Elche, donde apenas reunió a 300 personas, muchas de ellas cargos del PP. El acto se demoró tres cuartos de hora, en espera del público rezagado, que finalmente no llegó. Zaplana destacó los logros de su partido y mostró sus dudas sobre el futuro de los proyectos que el PP ha puesto en marcha si el PSOE ganara las elecciones. Por primera vez, dijo, "un Gobierno no distingue entre ciudades gobernadas por el PP o por el PSOE", y puso como ejemplo la Universidad Miguel Hernández. Cifró en 2.100 millones la inversión y dijo: "Eso lo ha hecho mi Gobierno, que no se dedica a cambiar solares", en alusión a las polémicas permutas aprobadas por el Ayuntamiento de Elche, que gobierna el PSPV, que el PP y EU han tachado de pelotazo.