Esa silla vacía CARLOS ELORDI
Fue la imagen del día. El testimonio mudo de lo que huele cada vez más a una gran patraña. La silla de ruedas en la que Pinochet se sentó sólo durante los breves minutos en que fue trasladado por una plataforma se quedó vacía en cuanto tocó suelo chileno. El ex dictador, sin mostrar traza alguna de que había pasado más de 20 horas en un avión, no tuvo recato en lucir ante el mundo que, de eso de que estaba casi a punto de morirse, nada. Fue el acto de un pillo y de un chulo. En Londres estaba obligado a fingir. En su casa, a la vuelta al "lugar de sus crímenes", como ayer clamaban sus víctimas y titulaba el francés Liberation, no tenía por qué andarse con zarandajas. Feliz y sonriente, erguido como nunca, besó, abrazó y saludó a decenas de personas durante un rato interminable. Caminando sin problemas. Estaba en plena forma. El hecho sorprendió hasta al enviado especial de Antena 3. Pero esa cadena nada dijo de la denuncia de que había habido un pacto secreto entre Londres, Madrid y Santiago para liberar a Pinochet burlando a la justicia y que tres diarios británicos de muy distinta orientación -el Daily Telegraph, The Guardian y The Independent- habían hecho esa mañana. RTVE sí lo contó. Pero sólo en la entrada de la crónica del corresponsal en Londres. Éste pasó de puntillas sobre el asunto. Como quien no quiere la cosa, Tele 5, además de contar lo anterior, emitió unas declaraciones de la hija de Pinochet grabadas antes de que llegara su padre: "Es probable que tenga una mejoría al estar aquí", dijo la señora en ese tono tan suave con que hablan los chilenos y que los hace a todos encantadores.
Tan interesante como lo anterior fue el titular de primera del Abc: "El socialista Straw, con la felicitación de Blair, devuelve a Pinochet a Chile". También El Mundo subrayaba esa filiación política. Por fin los lectores de esos diarios van enterarse de que Straw es socialista. Porque hasta ahora era sólo ministro del Interior. El Mundo añadía que Straw había elegido la fecha de la liberación para hacer un favor a su amigo Almunia en la campaña. La mejor defensa es el ataque, que se decía en los tiempos gloriosos del Athletic. No es la primera vez que este diario se adelanta a contar a su manera lo que la oposición podría denunciar más adelante. La estrategia no es mala. Tal vez delata algo de inseguridad en el PP. El nacionalista gallego Beiras no se cortó al enjuiciar todo ello en la SER: "Las libertades están amenazadas en España", dijo. Tampoco se cortó Aznar: dijo que Arzalluz ha perdido el juicio por acusarle de buscar los votos de la sangre. Y pidió al PSOE que explicara por qué Arzalluz asegura que los socialistas le apoyarán. Si la memoria no nos falla, el líder del PNV no ha dicho eso. En todo caso, las palabras del premier tuvieron éxito en la prensa afín.
El Periódico confirma que la batalla electoral entre CIU y el PP está que arde en Cataluña. Comentando la encuesta del CIS ayer en Radio Nacional, Carmen Gurruchaga, de El Mundo, dijo algo con mucha tela: aseguró que el PP sabe por experiencia que, cuando las diferencias son muy grandes a su favor, la gente se va de fin de semana y no les vota. Que por eso le conviene que las distancias sean menores. Y El Norte de Castilla destacó que Julio Anguita es la única figura de IU que hace campaña en tierras castellanas y leonesas, "donde la formación nunca ha logrado un escaño". Pero en alguna de sus provincias, el PSOE necesita que IU se retire para arrancar escaños al PP. Con Anguita de por medio puede que sea más difícil todavía.
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