El presidente acusa a Almunia de sacar "los malos estilos"

Acabó la tregua de José María Aznar al PSOE, desde el asesinato de su dirigente vasco Fernando Buesa por ETA. Aznar, triunfalista, tras presentar sus promesas fiscales por la mañana, arremetió con dureza contra el candidato socialista, Joaquín Almunia. "Ya asoman los malos estilos que no auguran nada bueno", dijo el candidato del PP en el Pabellón Municipal de Cáceres, lleno a rebosar en su capacidad de 4.000 personas. Lanzado, acusó a Almunia de "arrogancia y prepotencia" por haber arrojado al suelo en un mitin en Valladolid un sobre del Ministerio de Hacienda que facilita la devolución rápida de las declaraciones del IRPF correspondientes a ingresos inferiores a tres millones de pesetas.El gesto de denuncia de Almunia hacia Aznar por el "uso indebido" de las instituciones públicas en campaña electoral lo instrumentó el candidato del PP para atacar a su principal rival.

Aznar, con esta excusa, centró su mitin en el estilo de gobernar del PSOE en el pasado con el suyo. Fue también uno de sus letis motives de su campaña de 1996. "España no necesita la arrogancia de la incompetencia de quienes tiran los beneficios de los españoles por el suelo". Trató de contrastar su estilo "dialogante", que le ha permitido gobernar cuatro años sin tener mayoría absoluta con el estilo prepotente de los 14 años de Gobierno socialista. "Mal asunto cuando se dejan llevar por la ira y el despecho" y volvió sus pasos sobre el pasado para decir: "Tuvieron 14 años para hacerlo y por eso ahora reaccionan con ira".

El Aznar triunfalista dio a continuación paso al Aznar retador, pocas horas después de haber presentado su principal oferta de campaña, la reforma fiscal. Retó al PSOE a "debatir lo que quiera sobre nuestro proyecto" de reforma fiscal. Es decir, ofreció su propio terreno de juego a los socialistas, eludiendo el rosario de propuestas que estos últimos vienen haciendo desde el pasado otoño.