Adams reconoce que el Acuerdo de Viernes Santo "está hecho trizas"

El presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, confirmó ayer su pesimismo sobre el proceso de paz del Ulster al reconocer que "el Acuerdo de Viernes Santo está hecho trizas". Tampoco ve factible una solución rápida a la demanda de desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA), que provocó la suspensión de las instituciones autonómicas norirlandesas. "Si el Gobierno británico, con su poder militar, no pudo lograr la rendición del IRA en 30 años de guerra, ni los unionistas ni los británicos pueden esperar que el Sinn Fein lo haga por ellos", dijo Gerry Adams.

Adams responsabiliza a Peter Mandelson, ministro de Irlanda del Norte, de claudicar ante la presión del unionismo con una orden de suspensión que evitó la doble dimisión de David Trimble como líder del Partido Unionista del Ulster, mayoritario en la provincia, y como primer ministro del autogobierno de Belfast. "El Acuerdo de Viernes Santo está hecho trizas", denunció el presidente del Sinn Fein en una reunión de delegados de su partido en Dublín, tras señalar que la decisión de Mandelson dificulta la resolución de la cuestión del desarme.Adams ha perdido la esperanza de encauzar en las próximas semanas el camino trazado en el acuerdo político, suscrito por la mayoría de las fuerzas norirlandesas y refrendado por el electorado de la isla de Irlanda en mayo de 1998. Sigue comprometido con el diálogo y mantiene su objetivo de lograr la "retirada de todas las armas de la política irlandesa", pero sus esfuerzos, advirtió ayer en el discurso central del congreso del Sinn Fein, se enfocarán a fortalecer la base electoral del movimiento republicano.

Convivencia política

Porque si bien Adams da por "perdido" el acuerdo de 1998, marco del actual proceso, la dinámica creada desde entonces hace difícil la marcha atrás en la convivencia política entre unionistas y nacionalistas, las relaciones entre el Ulster y la República de Irlanda y la colaboración entre Londres y Dublín. "Una cosa es segura", señaló Adams; "en algún momento tendremos que negociar un nuevo acuerdo".

El proceso de paz ha reforzado el voto del Sinn Fein -obtuvo el 17% en las elecciones a la Asamblea de Belfast, frente al 10% en 1982 y el 12,4% en las generales de 1993, meses antes de la Declaración de Downing Street, punto de arranque del proceso actual- y su presidente abona ya el terreno de los próximos comicios al Parlamento británico, previstos el año próximo. "Debemos asegurar que el Sinn Fein está en una posición mejor para negociar un acuerdo mejor que el presente, que está hecho trizas", dijo.

El líder republicano exigió ayer la movilización de todos los delegados para contrarrestar las demandas del unionismo. Las manifestaciones comenzaron ya durante el fin de semana y seguirán convocándose tras el grito de Adams de "salir a la calle". El resto de las fuerzas políticas teme que una escalada en las protestas callejeras de los republicanos, pacíficas hasta la fecha, fomente la tensión en un momento de vacío político.