Cierre nuclear en Alemania y gasolina en el híper de Francia
» EN OTROS PAÍSESCada país puede ser un ejemplo, a favor o en contra, de un modelo energético. Francia, con las crisis del petróleo de los años setenta, apostó por las nucleares y allí las 58 centrales instaladas producen el 80% de la electricidad consumida. En Alemania hay menos nucleares (19), pero cuentan con una fuerte oposición de la población y el Gobierno socialdemócrata de Gerhard Schröder se ha comprometido, junto a sus socios verdes, a iniciar su cierre. Pero aún no ha clausurado ninguna. En Suecia, con 12 centrales, también hay una fuerte oposición ciudadana y ya han cerrado una, Barseback, situada enfrente de la capital danesa, Copenhague. Era pequeña, producía sólo 400 megavatios (equivalente a la central de Garoña en Burgos) y su cierre costó al consumidor, según el Foro Nuclear, 115.000 millones de pesetas.Sobre el gas también hay ejemplos. La privatización del gas en el Reino Unido, más allá de los escándalos por el rápido enriquecimiento de los nuevos dueños, separó el suministro de la distribución. Ello, según la OCU, ha permitido abaratar sensiblemente el gas y la producción de electricidad con gas en el Reino Unido.
Y las gasolineras de las grandes superficies en Francia han logrado que la subida de precios allí, al dispararse en los últimos meses la factura del petróleo, sea mucho más moderada que en otros países europeos. La gasolina es aún más cara en Francia que en España, pero esto ocurre porque aquí los impuestos sobre hidrocarburos son bastante más moderados.
En renovables, el gran ejemplo es Alemania; salvo para la solar, que es en Grecia la envidia de sus amistades.
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