El colista pasa por encima al líder

El colista de solemnidad golea al líder destacado. Estas cosas pasan a veces en el fútbol, pero en la Liga 1999-2000 de Segunda División empiezan a ser algo habitual. Pese a su contundencia, el resultado no cambia significativamente la situación clasificatoria del Toledo ni del Salamanca, aunque puede afectar a su estado anímico. El Toledo está a ocho puntos de la primera plaza de permanencia, pero tiene coartada para seguir luchando. El Salamanca aún tiene un margen de dos partidos para seguir en zona de ascenso, algo que no tapa la sensación de desplome del equipo que entrena Mariano García Remón, vapuleado por los dos últimos de la tabla en las dos últimas jornadas.Falló el Salamanca, pero también lo hicieron los cuatro que le seguen relativamente cerca. Claro que después de un vistazo global, los empates del Sporting, Las Palmas y Levante tampoco parecen tan malos. Lo peor es que tres supuestos aspirantes al ascenso no consiguieron ni un mísero gol. Tampoco lo hizo el Extremadura, que confirmó sus debilidades como visitante en San Lázaro, aprovechado por un Compostela que ya no tenía a David Vidal en el banquillo.

Manolo Sarabia es uno de los entrenadores que han encontrado hueco gracias a las últimas destituciones. El sábado no debutó oficialmente como entrenador del Badajoz, ya que estuvo en el palco de El Molinón. Desde allí observó claramente por qué su equipo es el rey del empate (16 en 28 jornadas) y también el menos goleado, de largo, de la categoría, con 21 tantos recibidos. La labor de Sarabia tendrá que centrarse en desatascar el ataque, que presenta unos números (26 goles marcados) sólo mejores que los de los dos últimos, Getafe (24) y Toledo (21).

El Villarreal fue el principal beneficiado del nuevo parón en lo alto de la clasificación. El gol de Craioveanu no sólo valió tres puntos que pone al equipo castellonense a tiro del ascenso, sino que rompió la racha del Elche, que no había perdido desde la llegada de Jorge D'Alesandro al banquillo.

La locura de la categoría también permite al Tenerife, que parecía descartado entre fallos en el campo y en los despachos, mantener la esperanza de volver a Primera División este mismo año. Ayer el Tenerife goleó al decaído Getafe, en parte gracias a los dos goles de Mista, que está justificando el empeño que Javier Pérez puso en quitárselo al Real Madrid.

Las sorpresas también afectaron a Osasuna, que cae en la mitad de la tabla tras la derrota frente al Córdona en El Sadar. Ese resultado ha puesto codo con codo a dos equipos que hace bien poco estaban separados por un montón de puntos y de puestos. Quizás Osasuna esté pagando su buena campaña en la Copa del Rey, pero también refleja el mérito de un Córdoba que, junto con el Levante, está demostrando una fenomenal adaptación a la categoría. Los jugadores que dirige Pepe Escalante se permitieron ayer el lujo de aguantar muchos minutos con diez por la expulsión del incombustible Roberto, exjugador del Valencia, Barcelona y Villarreal.

También se puede considerar sorpresa, aunque menor, la victoria del Logroñés en el campo del Atlético de Madrid. No es ninguna exageración decir que el conjunto riojano afronta cada partido como si en él le fuera la vida. El club de Logroño sigue en proceso de disolución y su viabilidad depende sobremanera de la permanencia en Segunda División, claramente amenazada pese a los tres puntos de ayer en el campo del Cerro del Espino.