Van Gaal hace correr a Aíto
El reloj marcaba la media noche y el equipo de baloncesto del Barça, que ganó al Fórum, en Valladolid, recibió un aviso definitivo. "Van Gaal os espera hasta las 00.50. Ni un minuto más. Si no llegáis, el chárter se va". No había vuelta de hoja: la plantilla de baloncesto debía regresar esa noche a Barcelona para descansar al menos hoy. No les quedan más días porque juega mañana en el Palau y el jueves en Estambul. El aviso obligó a correr.El autocar emprendió los últimos 60 kilómetros que faltaban hasta Barajas, con curvas incluidas, a toda prisa. Y así redujo el viaje de dos horas y media a dos. El equipo, que había pedido sin éxito al Fórum avanzar el horario para poder ver el Madrid-Bar-ça, empezó a jugar a las 20.30 y a las 22.30 abandonó el pabellón. Dos horas después, aparcaba, rozando el límite, en Barajas. Les aguardaban unos empleados con unos carros para cargar el equipaje mientras los jugadores corrían para llegar a la terminal. No hubo tiempo esta vez de firmar autógrafos ni de regalar las zapatillas que esperaba un aficionado.
Van Gaal no bromea. Joan Gaspart, vicepresidente del Barça, calmó a un miembro de la expedición asegurando que el avión no despegaría sin ellos. No hizo falta porque les sobraron minutos en su carrera contrarreloj. Siempre quedará la duda de quién hubiera impuesto su ley. Pero Van Gaal ha dado muestras de no arredrarse ni ante el tiempo: en Suecia desafió al agotamiento y ordenó volar a las 4.00 -El Prat estuvo hasta entonces cerrado por inundación- y en Berlín prefirió recorrer 200 kilómetros hasta Leipzig para huir de la niebla antes que dormir allí.
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