Dos disidentes condenados en Cuba por delito de opinión

Los disidentes cubanos Óscar Elías Biscet y Fermín Scull Zulueta, ambos miembros de la denominada Fundación Lawton, fueron condenados el viernes por la tarde por un tribunal municipal de La Habana a penas de tres y un año de privación de libertad, respectivamente, por diversos delitos de opinión. Un tercer opositor, Eduardo Díaz Fleitas, del grupo Cinco de Agosto, fue sancionado a un año de "limitación de libertades" por "desorden público". Óscar Elías Biscet, de 38 años, dirige la organización disidente Fundación Lawton, creada por él mismo en 1997. Fue detenido el 3 de noviembre tras participar en una rueda de prensa con periodistas extranjeros. La fiscalía lo acusó de haber permitido la colocación de tres banderas cubanas en posición invertida (con el triángulo y la estrella hacia abajo) en la casa donde se celebró el encuentro, así como de proferir frases ofensivas contra un grupo de personas y convocar a una marcha pública a través de la emisora anticastrista Radio Martí, que transmite desde Miami. Los tres jueces del tribunal condenaron a Biscet a tres años de cárcel por los delitos de "ultraje a los símbolos patrios", "desorden público" e "incitación a delinquir". El fiscal, Eugenio Martínez, pedía para él siete años de cárcel.

Scull y Díaz Fleitas fueron detenidos el 10 de noviembre por asistir a una frustrada manifestación convocada por varias organizaciones disidentes en vísperas de la IX Cumbre Iberoamericana de La Habana para exigir la libertad de los presos políticos. Al primero se le juzgó por haber intentado desplegar una pancarta con la inscripción "Justicia para los niños asesinados" y proferir insultos contra el Gobierno en el parque Dolores. En el caso de Scull y Díaz Fleitas, la petición fiscal era de cuatro y un año de cárcel.

[El diplomático cubano José Imperatori, a quien EEUU acusa de espionaje, renunció ayer a su inmunidad diplomática y permanecía en huelga de hambre en su apartamento en espera de ser detenido, informa Efe. Imperatori dimitió ayer como subsecretario de la oficina de intereses de Cuba en Washington y dejó de tener todas las garantías diplomáticas que le corresponden por su cargo].