55.000 personas se manifiestan en las calles de Pamplona para pedir la disolución de ETA

Una gran muchedumbre, 55.000 personas según la Policía Municipal, secundó ayer en Pamplona la convocatoria realizada contra el terrorismo de ETA por todos los grupos del Parlamento navarro, a excepción de EH. La marcha discurrió con absoluta normalidad y precedida por una pancarta con el lema "Paz y libertad, Pakea eta askatasuna. ETA no", sostenida por los miembros de la Mesa y Junta de portavoces del Parlamento de Navarra; el presidente de esta institución, José Luis Castejón; el presidente del Gobierno navarro, Miguel Sanz; y la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina. La presidenta de Eusko Alkartasuna y parlamentaria navarra, Begoña Errasti, estaba también presente por la coalición EA-PNV junto a los máximos dirigentes de UPN, PSN-PSOE, IU y Convergencia de Demócratas de Navarra. Numerosos militantes y dirigentes de los partidos nacionalistas asistieron a la manifestación, entre ellos el presidente del PNV navarro, José Antonio Urbiola, que lo hizo mezclado entre el público, y el presidente de EA de Navarra, Koldo Amezketa, en las primeras filas.Cuando miles de personas llenaban ya la Plaza del Castillo, en el centro de la capital navarra, un buen número de manifestantes aún no habían iniciado la marcha, a más de un kilómetro y medio de distancia. Aunque los manifestantes mantuvieron en general una actitud silenciosa, al término de la misma se produjeron gritos contra ETA y los más numerosos contra el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, al que buena parte de la multitud se dirigía insistentemente con el eslogan "Arzalluz, aprende, Navarra no se vende". La organización intentó acallar en varias ocasiones sin lograrlo estos gritos contra el dirigente nacionalista.

El momento de mayor tensión se produjo cuando el presidente del Parlamento navarro, el socialista José Luis Castejón, comenzó la lectura en euskera del comunicado final. Grupos de personas interrumpieron sus palabras con fuertes abucheos y pitidos que impedían escuchar el texto y Castejón, tras unos instantes de duda, optó por dar lectura al texto directamente en castellano, lo que fue recibido por aplausos por los manifestantes más cercanos al estrado en el que se situaron las autoridades.

Castejón restó importancia al hecho afirmando que era propio de la "tensión" política que se vive, si bien los dirigentes nacionalistas presentes expresaron su indignación por la falta de respeto hacia una de las lenguas cooficiales de Navarra. El portavoz de Elkarri, Bittor Ayerdi, que secundó la marcha, calificó de "repugnante" y de "enorme falta de respeto" lo sucedido.

Al margen del incidente, miles de personas exhibieron pequeños carteles con el lema "ETA no" y corearon gritos de "ETA, asesina", "Basta ya", o "Aquí estamos, nosotros no matamos", en un clima de rabia contenida. Al final de la marcha, Miguel Sanz agradeció al pueblo navarro el "masivo" respaldo a la convocatoria e insistió en que "cualquier objetivo político" puede defenderse en libertad mediante la palabra y el voto. Begoña Errazti reiteró que la pelota "está en el tejado de EH" y le pidió "valentía" para desvincularse del terrorismo de ETA.