Pujol contrapone la situación vasca a la cohesión social de Cataluña
El presidente de la Generalitat y de Convergència, Jordi Pujol, contrapuso ayer la situación de violencia que padece el País Vasco a la convivencia pacífica y de cohesión social que se vive en Cataluña después de 20 años de autonomía. Ello demuestra, según Pujol, que Convergència i Unió (CiU) ha sido la principal artífice de esta realidad. "Lo hemos hecho bien", subrayó. El dirigente nacionalista, que eclipsó al propio candidato de la coalición Xavier Trias en el primer acto de campaña, declaró que la próxima legislatura será la "hora de Cataluña" después de haber contribuido "con creces" a la gobernabilidad de España.
Los dirigentes nacionalistas, que reunieron a un millar de personas en el acto de inicio de campaña en el parque de la Ciutadella de Barcelona, iniciaron sus parlamentos recordando al socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA el pasado martes, y con una condena rotunda del terrorismo y del uso de la violencia para defender las ideas políticas. Pero Pujol fue más lejos en sus afirmaciones. El presidente, en un momento de su intervención, contrapuso el "drama" que vive el País Vasco al "camino de paz, cohesión social y convivencia" en Cataluña.Esta situación, dijo Pujol, es gracias a los catalanes -"y nos debemos enorgullecer de ello", declaró-, pero también es fruto del papel que ha desempeñado la coalición que preside durante estos últimos 20 años. "Si después de 20 años continuamos así", dijo, "es porque lo hemos hecho bien". Esta realidad es la que debe servir, a juicio del presidente catalán, para reivindicar mayores cuotas de autogobierno para Cataluña.
La próxima legislatura será decisiva para esta comunidad autónoma. "Ahora toca Cataluña por encima de cualquier otra consideración", subrayó Pujol. Es decir, que Convergència i Unió debe recoger los frutos que ha sembrado favoreciendo la gobernabilidad de España. "Hemos cumplido con creces", manifestó, "nuestras obligaciones, y lo hemos hecho con generosidad y eficacia". El presidente de la Generalitat explicó que en las anteriores legislaturas la coalición nacionalista ha dado prioridad a la estabilidad del Estado, la entrada en Europa, la situación económica y la lucha contra el paro. Pero en los próximos cuatro años, ningún partido podrá gobernar si antes no acepta las reivindicaciones de CiU: un incremento sustancial de las competencias de la Generalitat y un trato financiero que acabe, según Pujol, "con esta situación injusta y discriminatoria contra Cataluña".
La intervención de Jordi Pujol consiguió arrancar numerosos aplausos del público, hasta tal punto que eclipsó al propio candidato de CiU, Xavier Trias, quien debía ser el principal protagonista del acto.
Pujol, Xavier Trias y Josep Antoni Duran Lleida arremetieron duramente contra el PP y el PSC, a los que acusaron de ningunear a la coalición nacionalista y de ser formaciones políticas de obediencia española, lo que les impide, a su juicio, anteponer los intereses de Cataluña.
El candidato de CiU fue especialmente irónico con el candidato socialista Narcís Serra, a quien calificó de "Wally" por su negativa a participar en dos debates electorales.
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