Arias-Salgado no inaugura la variante de Cervera por temor a las protestas

La entrada en servicio de la ronda que describe la nueva N-II a su paso por Cervera, de 6,8 kilómetros de longitud, será inaugurada hoy y acabarán así las retenciones que se formaban a la salida y entrada del túnel situado en esa misma localidad. El director general de Carreteras del Ministerio de Fomento, Juan Francisco Lazcano, sustituirá al ministro Rafael Arias-Salgado en la inauguración de la variante ante el temor de éste a que el acto oficial se convierta en una protesta pública por el retraso en el pago de las expropiaciones.

Estaba previsto que la variante fuera inaugurada con grandes faustos por el titular de Fomento, Rafael Arias-Salgado, al igual que se hizo la semana pasada con el pantano de Rialb, a cuyo estreno asistió un gran número de personas y de políticos, en su mayoría del Partido Popular. Sin embargo, el pasado martes el Ministerio de Fomento anunció que anulaba el acto oficial por motivos de agenda del ministro, aunque la vía se abrirá al tráfico. Ayer se supo que quien inaugurará la carretera será el director general Juan Francisco Lazcano.La sustitución de Arias-Salgado por Lazcano ha sido interpretada como una maniobra de última hora para evitar que el acto se vuelva en contra de los intereses electorales del PP, ya que las infraestructuras constituyen el principal argumento en la propaganda de este partido. Detrás de la decisión del ministro de no desplazarse hoy a Cervera está la amenaza de diversos colectivos de convertir el acto de inauguración en un escenario de protestas.

Los afectados por las expropiaciones de la variante, que han cobrado con retraso el 30% del importe pactado por sus fincas, y la plataforma vecinal que se opone a la instalación en Cervera de una planta de eliminación de residuos orgánicos e industriales habían anunciado que aprovecharían la presencia del ministro para boicotear el acto de inauguración de la ronda.

Obras iniciadas en 1998

Las obras de construcción de la variante de Cervera, en las que Fomento ha invertido 4.849 millones de pesetas, empezaron en abril del año 1998. Su puesta en funcionamiento no estará exenta de polémica porque, hasta que no esté construida la autovía hasta Igualada -las obras tardarán, aproximadamente, entre tres y cuatro años-, tendrá un enlace provisional con la actual N-II a través de una carretera local, lo cual puede convertirse en un nuevo punto conflictivo.

La variante finaliza en una gran rotonda que sirve de enlace con el Eix Transversal y la L-311, que va de Cervera a Guissona. Desde este punto hasta la conexión con la N-II, los vehículos que abandonen la variante deberán circular dos kilómetros por una carretera local estrecha, con continúas curvas y pendientes de hasta el 6%. Esta solución provisional ha recibido, por su peligrosidad, fuertes críticas de las autoridades locales y de automovilistas, ya que se teme que no pueda absorber un flujo de 20.000 vehículos diarios.

En esta vía son frecuentes los accidentes de camiones por salidas de la vía. Para evitar las retenciones en este tramo, el alcalde de Cervera, el convergente Salvador Bordes, recomienda que una parte del tráfico continúe pasando por el casco urbano.