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El 'rusiñol' desaparecido

Un abogado busca desde hace un año un dibujo de su abuelo que prestó para la exposición del centenario de Ganivet

El pintor modernista Santiago Rusiñol murió en 1900 a los 79 años pero falta de su casa desde 1998. El abogado granadino Miguel Ruiz de Almodóvar, depositario del archivo de su abuelo, el polifacético José Ruiz de Almodóvar, lo echó en falta en la primavera del año pasado, cuando fue a recoger los documentos prestados meses antes para la exposición conmemorativa del centenario de Ángel Ganivet.Entre los valiosos retratos y ejemplares de libros que le devolvieron los organizadores faltaba uno, el retrato que su antecesor le hiciera a su amigo Rusiñol, gran aficionado a su vez a pintar los jardines de Granada, Aranjuez y Barcelona. Casi un año ha transcurrido desde entonces y el retrato de Rusiñol continúa en paradero desconocido y, lo que es peor, no hay indicios de cuándo desapareció.

Ruiz de Almodóvar ha interrogado a los dos comisarios de la exposición, Antonio Gallego Morell y Javier Piñar, pero ninguno sabe qué ha sido del dibujo.

La Caja General de Ahorros de Granada, organizadora de la exposición, sostiene que son los comisarios los que han manejado el material artístico y documental aunque está dispuesta a colaborar en la búsqueda y, si se confirma que se ha perdido, en que el seguro indemnice al propietario.

"Yo no quiero dinero", replicó ayer Ruiz de Almodóbar, "quiero el dibujo. Las cosas no se evaporan". El abogado es el administrador del rico archivo de su abuelo, un individuo de extrema curiosidad que, además de pintar, fue cantaor, organizador del concurso de cante jondo de 1922, alpinista, profesor de la Escuela de Artes y Oficios y diputado por Granada.

"No sé en cuánto tasaron el dibujo de Rusiñol para el seguro de la exposición. En otras exposiciones, para las que he prestado material, antes me han preguntado el valor de cada pieza y entregado una copia del seguro. Aquí no. Pero lo que no comprendo es por qué si yo entregué el material para una exposición organizada por la Caja de Ahorros me lo devolvieron en el museo de la Casa de los Tiros, donde estaba depositado. ¿Por qué no me lo devolvieron de inmediato sin el trámite absurdo de la Casa de los Tiros?", explica el abogado.

La exposición sobre Ganivet ser inauguró en Granada en octubre de 1998, en la sala de exposiciones principal de la Caja de Ahorros. Del archivo de Ruiz de Almodóvar era el ejemplar del Libro de Granada, una extraordinaria publicación en la que colaboró el propio Ganivet, o el retrato al óleo que le hizo su abuelo y que sirvió para ilustrar el cartel de la muestra conmemorativa.

Además, según consta en el recibo manuscrito fechado el 6 de octubre de 1998, entregó para su exhibición un boceto a lápiz para el Libro de Granada; un retrato al carboncillo de Nicolás López, un ejemplar de las Cartas finlandesas de Ganivet y una caricatura, entre otras piezas.

La exposición fue clausurada dos meses más tarde. Los organizadores habían previsto exhibirla a comienzos de 1999 en Madrid, en la Biblioteca Nacional. Ruiz de Almodóvar debió advertir algo que alertó su sentido de la confianza y se apresuró a retirar el Libro de Granada y alguna obra más.

El retrato de Rusiñol no viajó a Madrid, pero tampoco fue devuelto, ni antes ni después. El abogado, tras las pertinentes e inútiles reclamaciones verbales, pidió por escrito a la Caja General el pasado mes de enero la devolución, pero el trasunto a lápiz del viejo modernista sigue suspenso en el limbo.

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