La carrera de Benítez, amenazada por la grave lesión que sufrió ante el Atlético
Miguel Ángel Benítez vive la peor pesadilla de un futbolista: ingresado en una clínica y con la rodilla derecha destrozada es consciente de que su carrera corre serio peligro. La lesión que sufre el jugador paraguayo, de 29 años, es tal que los médicos no han podido aún apreciar todos los desperfectos causados por la entrada de la que fue objeto en el partido que su equipo, el Espanyol, disputó el domingo ante el Atlético en el Calderón. El tiempo necesario para su recuperación no será inferior a un año, pero si se detectan más daños en la rodilla, Benítez tendría que retirarse.
El doctor Ramón Cugat, para dar a entender la gravedad de la lesión de Benítez, la comparó con la tríada, nombre con el que se conoce la rotura del ligamento cruzado interior, el ligamento lateral interno y el menisco interno, y que está considerada como una de las más graves que puede sufrir un futbolista. "La tríada es una pulga y lo que tiene él es un elefante", aseguró Cugat.El jugador implicado en la acción en la que Benítez se lesionó fue su amigo, compatriota y compañero en la selección Celso Ayala. Ayer, si cabe, el defensa del Atlético estaba aún más consternado de lo que ya evidenció cuando, nada más acabado el encuentro, se fundió en un sentido abrazo con Benítez.
El diagnóstico del doctor Cugat es que Benítez padece una subluxación de rodilla que comprende la rotura del pivote central (ligamento cruzado anterior y posterior), la cápsula posterior, el complejo cápsulo-ligamentoso posterior interno (ligamento lateral interno y menisco interno) y una rotura de la base de la tibia de la pierna derecha, con lo que el periodo de baja aproximado se sitúa en un año.
El delantero paraguayo tiene la rodilla totalmente inflamada y padece un edema, consecuencia de la acumulación de sangre en el hueso y los tejidos, que debe ser controlado para que no se produzca un derrame de los vasos sanguíneos que dañe los músculos ni los nervios de la pierna derecha. Esta última dolencia es la que se conoce como síndrome compartimental, que de producirse obligaría a operar al jugador de urgencia para no poner en peligro su carrera. "En los últimos doce años sólo he intervenido a cuatro futbolistas con una lesión más grave que ésta y en todos los casos estaba seccionado el nervio ciático, lo que impidió a los pacientes volver a jugar", dijo el doctor Cugat.
Benítez, que pese a su amabilidad con los representantes de los medios de comunicación ayer no pudo ocultar su abatimiento, se encuentra ingresado en la clínica Nuestra Señora del Pilar, en observación con tratamiento medicamental descoagulante y antiinflamatorio. "En estos momentos, la rodilla está contraindicada para ser operada", aseguró el doctor Cugat. No obstante, el estado del jugador evolucionó de forma favorable después de las primeras horas de tratamiento.
Uno de los últimos jugadores que ha tenido que abandonar momentáneamente el fútbol a causa de una lesión es Álvaro, del Real Madrid, que se lesionó en un partido con la selección sub21 el 13 de noviembre de 1996. Entonces se le diagnosticó la temida triada y un periodo de recuperación de siete meses que, evidentemente, se ha alargado, hasta ahora, de forma indefinida. El nigeriano del Barça Amunike ha sufrido un calvario, con cinco operaciones en la rodilla izquierda y dos temporadas sin pisar el césped aunque está encontrando la salida del túnel tras haber formado parte de la selección de Nigeria que ha disputado la Copa de África. Otro jugador que sufre problemas es López, del Atlético, que en 1997 sufrió rotura completa del ligamento cruzado de la rodilla izquierda.
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