Temor de la selección por el campo de Split

Las selecciones españolas absoluta y sub21 viajaron ayer a Split prisioneras de la Liga. Pero se encontraron con un contratiempo: el mal estado del césped del estadio del Hajduk Split, donde el miércoles se juega el Croacia-España. José Antonio Camacho decidió que sus jugadores hicieran estiramientos en un pabellón cubierto adyacente ante el temor de que se produjeran lesiones.El grupo de Camacho intenta hacerse un hueco entre el gol del domingo de Rivaldo y el clásico del Bernabéu del próximo sábado. El mensaje de la selección, sin embargo, sonó tan hueco que los futbolistas desfilaron ayer frente a la prensa como jugadores de club más que como representantes de un país que hoy (sub21) y mañana (absoluta) se miden a Croacia en un amistoso de preparación del Europeo de junio. Los internacionales salvaron el acoso con un pacto tácito que consistía en aplazar al jueves cualquier conversación sobre el campeonato español.

Más que declaraciones hubo mucha cháchara y también un par de reflexiones con timbre de sinceridad. Casillas, por ejemplo, dijo que no había visto la chilena de Rivaldo. "Ya nos veremos el sábado", respondió el portero del Madrid. "Los Madrid-Barça siempre interesan y tienen peso por si solos". Y Víctor, el ariete del Valladolid que estrena titularidad, tuvo una fácil salida ante el cuestionario: "Me he enfrentado a los dos equipos en pocos días y si tengo que hacer caso de los dos partidos, mi favorito es el Barça".

La convocatoria tampoco ofrece mucho protagonista del próximo clásico dadas las ausencias por lesión de referentes como Raúl o Guardiola. Camacho sólo ha convocado a uno del Madrid (Hierro) y a dos del Barcelona (Abelardo y Luis Enrique), circunstancia que ha revalorizado el papel de los seleccionados sub21 como es el caso de Xavi. El medio centro prefiere guardar el mismo silencio que los mayores. Hay en su caso un argumento: no quiere que sus declaraciones se puedan instrumentalizar contra Van Gaal, como entiende que ya ocurrió en su día. Tampoco Camacho dijo gran cosa: "El Madrid-Barça será un partido importante, pero no trascendente ni decisivo".

Suker, anfitrión

A falta de declaraciones convicentes entre los españoles, se agradeció que Davor Suker ofreciera de recepcionista a la llegada de la expedición de periodistas al hotel Marjan donde se hospeda igualmente la selección croata. "Yo he jugado y marcado varios goles en los Madrid-Barça. Me gustan esos partidos porque me encanta la presión que conllevan", explicó el delantero del Arsenal. "Espero una victoria del Madrid. Pese a que el Deportivo tiene un equipo de calidad, yo soy de los que digo que el Madrid ganará la Liga".