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La rehabilitación pendiente

Miquel Alberola

Una delegación del Consell Valencià de Cultura, entre la que figuraba su presidente, Santiago Grisolía, visitó ayer en Sueca la casa del ensayista Joan Fuster acompañada por el director general del Libro, José Luis Villacañas, y una representación del Ayuntamiento. El objeto de la visita no era otro que conocer de primera mano el proyecto y el proceso de rehabilitación de la casa del escritor, que quedará unida al edificio anexo, destinado a albergar la Biblioteca Suecana, para conformar un centro cultural dedicado al estudio de la obra y la figura de Fuster.Villacañas explicó el proyecto a los miembros de CVC sobre el plano, realizado por los arquitectos Vicent Messeguer y Vicent Miragall, en el que quedan unidas las dos casas contiguas a través de un claustro situado en patio trasero. Según el estudio, en la planta baja de la casa de Fuster se conservaría el marco del antiguo salón comedor, donde el escritor realizó casi toda su producción intelectual y protagonizó suculentas e interminables tertulias, como un espacio emblemático. La parte trasera de la planta baja, el claustro, se destinará a exposiciones y conciertos, mientras que la primera planta albergará los más de 12.000 volúmenes que configuraron la bibiloteca del autor de Nosaltres els valencians, una sala de lectura y los despachos de dirección del centro. La planta baja del edificio vecino contendrá la Biblioteca Suecana, con obras de escritores, investigadores y pintores locales, y la segunda planta estará destinada a unas salas de reuniones y conferencias.

Asimismo, los miembros del CVC se interesaron por la situación que atraviesa este proyecto, que a lo largo de unos años ha sufrido una serie de retrasos y desencuentros entre el Ayuntamiento de Sueca y los albaceas de Fuster, de una parte, y la Generalitat, de otra, y pidieron a Villacañas su agilización. Los albaceas de Fuster firmaron el 22 de febrero de 1995 un convenio, en el que intervinieron la Consejería de Cultura, el director de la Biblioteca de Cataluña (a la que el ensayista legó el archivo de correspondencia en 1974, ante la inexistencia de instituciones de gobierno valenciano), el Ayuntamiento de Sueca y el heredero, en el que cedían el depósito de la correspondencia literaria y los archivos a la Biblioteca Valenciana y acordaban que el fondo bibliográfico y la obra gráfica propiedad del escritor quedase en la casa para su difusión y estudio. La Generalitat adquirió la casa y se comprometió a firmar un convenio con el Ayuntamiento de Sueca, sin embargo, la llegada del PP a la Generalitat en el verano de 1995 dejó los compromisos en suspenso.

En abril de 1998, ante el dilatado retraso, los albaceas decidieron retirar el legado a la Generalitat "por incumplir los compromisos" de aquel convenio, en el que, además, el Gobierno se obligaba a la difusión de la obra y la figura del autor, así como a convertir la casa en un centro de actividades culturales. Como reacción, la directora de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, desbloqueó el proceso con la promesa de que se iban a invertir 20 millones en este proyecto que ha llegado frenado hasta el año 2000.

El director general del Libro ratificó ayer la intención de la Consejería de Educación y Cultura de realizar la obra en el transcurso de este año. El Consell había presupuestado 30 millones de pesetas para el ejercicio pasado, que finalmente no fueron invertidos, lo que fue justificado en su momento por Villacañas con que "se había preferido concentrar las dos inversiones estipuladas [60 millones, en dos anualidades de 30] para no espaciar innecesariamente las obras en dos plazos".

Según explicó ayer Villacañas, el proyecto arquitectónico fue presentado en septiembre, por lo que ya no hubo tiempo de iniciar las obras el año pasado, puesto que el proceso de visarlo, sacarlo a concurso y licitarlo se comía el plazo. "En este momento el proyecto se encuentra en el despacho del arquitecto de la consejería Carlos Bohigues, pendiente del visado", reveló. Una vez superados los trámites habituales, entre los que queda pendiente el convenio con el Ayuntamiento de Sueca, "ya informado favorablemente por los servicios jurídicos y que esta misma semana estará sobre la mesa del consejero", podrá empezar la obra, que Villacañas calcula podrá estar finalizada para noviembre.

Luego quedará pendiente el proyecto de mobiliario, personal y funcionamiento, para el que Villacañas ha ofrecido al consistorio la fómula de que asuma los gastos de personal y la Generalitat correrá con los de la asistencia técnica y programación de actividades. Salvados estos escollos, el funcionamiento del centro "será inmediato".

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Pese a ello, el CVC aprobará en el próximo pleno una solicitud al Consell para que acelere un proceso sobre el que ayer Grisolía se permitió bromear: "Dense prisa [Consell y Ayuntamiento] o mi avanzada edad no me permitirá verlo culminado".

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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