Oro y bronce para el gran fondo español Gutiérrez sube por primera vez al podio con Muehlegg, ganador de la Transjurassienne

La enorme sorpresa continúa. Johann Muehlegg y Juan Jesús Gutiérrez fueron oro y bronce ayer en ia la Transjurassienne (Francia), de 72 kilómetros, la prueba más larga de la Copa del Mundo, una hazaña insólita en el deporte invernal español. Después de lamentar años el desastre del esquí alpino, sólo paliado por la familia Fernández Ochoa, el fondo se ha convertido en una montaña de triunfos cuando se le exigía mucho menos.Nadie podía imaginar a principio de temporada, en plena transición tras el cambio federativo, que se iba lograr en el circuito de la Copa del Mundo tamaña serie de éxitos con la nacionalización del alemán Johann Muehlegg. Pero llegaron dos, y dos segundos puestos, y el liderato en la general con una regularidad asombrosa por los lugares de honor. Pero ayer se consumó el mayor logro: además del triunfo de Muehlegg, esperado, pues ya ganó en 1995 (como alemán) y en 1999 (a la espera ya del pasaporte español), el cántabro Juan Jesús Gutiérrez fue tercero.

Dos españoles en el podio a gran nivel jamás se había visto. Paco Fernández Ochoa ganó el oro en el eslalon de Sapporo 72, y una prueba de Copa del Mundo; Blanca el bronce en Albertville 92 y cuatro pruebas del circuito. Pero siempre estuvieron solos. Ahora, Juan Jesús, noveno en los 50 kilómetros de los Mundiales de Val di Fiemme (Italia), en 1991, y que sólo había subido hasta un sexto puesto en una prueba de Copa del Mundo, se ha metido en el podio.

Tras la Vasaloppet

A ambos les van las distancias largas y en estilo libre, como se esquiaba ayer, pero Muehlegg ha demostrado ya que su calidad y fuerza vale para cualquiera de las carreras cortas, mientras que el esquiador de Reinosa, primo del ex ciclista y sprinter Alfonso Gutiérrez, también ha tenido un mal año de catarros en el que no le salía nada bien. Ha sido un premio a largos años de trabajo limpio, evitando cantos de sirena de dopaje, y cuando la llegada de Muehlegg al equipo (en gran parte por su mediación) le ha empujado a seguir porque tenía pensado retirarse.

La Transjurassienne sólo es superada en longitud por la legendaria Vasaloppet sueca, que conmemora en sus 90 kilómetros la huída de un rey nórdico tras una de las luchas vikingas. Y como la Marcialonga italiana ambas forman parte de la Copa del Mundo de largas distancias, la Worldloppet. La Transjurassienne, que se ha incluido este año en la Copa general, redujo ayer en cuatro kilómetros su trazado habitual de 76, entre las localidades francesas de Lamoura y Mouthe, por el Jura, debido a la imposibilidad de esquiar por ciertas zonas tras la cantidad de nieve caída. Salieron 3.700 esquiadores y como sucede en los maratones atléticos pronto se hizo una selección de los más fuertes. Entre ellos, Muehleeg y Gutiérrez, junto al sueco Per Elofsson y Stephan Kunz, de Lietchenstein, los únicos presentes de los grandes rivales que aún puede tener Muehlegg para ganar la Copa del Mundo. La gran distancia volvió a dar miedo para participar a noruegos (Alsgaard y Bjervig) y al finlandés Isometsae, que le siguen en la general. Su triunfo le ha destacado aún más, con 672 puntos, por 461 de Alsgaard, 445 de Isometsae, 347 de Bjervig, 345 de Kunz (que no pudo estar entre los 10 primeros ayer), y 335 de Elofsson.

Muehlegg esperó para irse solo hasta el avituallamiento del kilómetro 50, después de unos ocho de subida, y al ver que sólo él y Gutiérrez tiraban del grupo. Los 4.07 minutos que sacó en la meta a Elofsson fueron elocuentes. Por detrás, Gutiérrez tuvo que ceder ante el sueco, más descansado, por seis segundos, pero logró el podio ante el italiano Pietro Piller, por 22.

Gutiérrez y especialmente Muehlegg, cuya reconversión y agradecimiento a España es absoluto (sólo habla castellano y ya no quiere hacerlo en alemán) tienen su próxima cita en los 15 kilómetros de Falun (Suecia), el sábado. Faltan ocho pruebas para la siguiente hazaña: ganar la Copa del Mundo.