Arias Salgado subraya que el AVE tendrá ancho europeo y llegará a Castellón "hacia 2008"

Rafael Arias Salgado, ministro de Fomento, replicó ayer en Castellón al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, y subrayó que el futuro tren de alta velocidad que unirá Madrid con el corredor mediterráneo tendrá "ancho europeo". La polémica inauguración de la nueva estación subterránea de Castellón, que fue recurrida ante la junta electoral y que concentró una protesta de empleados, permitió al ministro confirmar que el futuro tren será homologable al que discurre entre Madrid y Sevilla. Sobre los plazos de ejecución, avanzó que espera que el tren llegue a Castellón "hacia 2008".

Arias Salgado no pudo evitar una mención al "espectacular" programa de infraestructuras que tiene previsto desarrollar el Gobierno en los próximos años a pesar de que la inauguración de la estación de Castellón estaba concebida como un acto carente de tintes electorales.Respecto a la estación inaugurada, Arias Salgado indicó que está "perfectamente adaptada" para el AVE y que la conexión mediante alta velocidad entre Madrid-Castellón-Valencia-Alicante-Murcia entrará en funcionamiento hacia el año 2008.

Al final, ante la sorpresa de los medios convocados, Arias Salgado declaró que Castellón contará, además de la actual, con una nueva estación para trenes regionales y cercanías para dejar espacio al AVE.

Sin embargo, el alcalde de la ciudad, José Luis Gimeno, le corrigió acto seguido: "El ministro se ha equivocado, esta estación está pensada para los próximos 50 años". Más tarde el ministro de Fomento se encargaría de aclarar el malentendido: "Se construirá un nuevo túnel para el AVE y no una estación". Y es que a pesar de la magnitud de la obra y de la inversión destinada al proyecto, 23.500 millones, la nueva estación ferroviaria de Castellón tendrá ser remodelada para que pueda tener entrada el tren de alta velocidad.

José Ramón García-Antón, consejero de Obras Públicas de la Generalitat, dejó entrever la causa de la confusión del ministro. Según García-Antón, Fomento todavía estudia la forma de compatibilizar los corredores de ancho normal para trenes de cercanías y mercancías, con un segundo corredor de ancho europeo y adaptado a las exigencias técnicas de la alta velocidad, a lo largo de todo el corredor mediterráneo. Al respecto, explicó que la Generalitat apuesta por utilizar la misma estación una vez adaptada.

El responsable de Obras Públicas se mostró más optimista que el propio ministro en torno a los plazos de ejecución y comentó que las obras del corredor mediterráneo deben estar culminadas en torno al año 2005. García-Antón también se ocupó de contrarrestar los interrogantes vertidos por el presidente de Castilla-La Mancha: "Está previsto que el tren de alta velocidad circule por ancho europeo para que podamos salir a Europa por Cataluña sin ningún problema".

Más enigmático se mostró Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, en Valencia, cuando explicó sonriente que sus "coincidencias" con Bono respecto al futuro tren de alta velocidad están mucho más afianzadas que los posibles puntos de acuerdo entre el presidente de Castilla-La Mancha y sus compañeros de la Comunidad Valenciana.

Zaplana, que siempre ha hecho gala de las buenas relaciones personales que mantiene con Bono, bromeó sobre los comentarios del presidente de Castilla-La Mancha en torno al tren de alta velocidad. "Bono les rompe el discurso", comentó, en torno a la defensa de uno u otro trazado que han formulado los socialistas valencianos recientemente. "En plena campaña no se puede decir otra cosa que la que dijo", explicó Zaplana, que agradeció al presidente de Castilla-La Mancha que obviara la defensa de un trayecto concreto.

El presidente del PP en la Comunidad Valenciana se mostró "prudente" respecto a las últimas encuestas electorales difundidas por los medios de comunicación: "No hay que confiarse". Pero arremetió una vez más contra las supuestas inconsistencias que entraña el acuerdo de investidura alcanzado entre el PSOE e Izquierda Unida de ámbito estatal.

Según Zaplana, el acuerdo con Esquerra Unida en la Comunidad Valenciana "ahonda la crisis" interna del PSPV, que evita "clarificar" el pacto desde el punto de vista programático. Así, el presidente de la Generalitat retó a los representantes de ambas formaciones de izquierda a que fijaran posición en materia de infraestructuras, sobre la Acadèmia Valenciana de la Llengua o en materia de política de medio ambiente.