Acuerdo para emplazar en tres terrenos de El Ejido viviendas prefabricadas para inmigrantes

Los representantes de la Subdelegación del Gobierno, Protección Civil, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de El Ejido acordaron ayer, tras una larga reunión en Almería, dónde se levantarán los tres primeros núcleos de casas prefabricadas destinadas a albergar a los inmigrantes que se quedaron en la calle después de los disturbios xenófobos de hace dos semanas. Los afectados son entre 400 y 600 personas. El problema de la vivienda para los inmigrantes que sobreviven hacinados bajo trozos de plástico arrancados de entre los desperdicios de los invernaderos era primordial. Aún así, la velocidad no se puede calificar de vertiginosa precisamente y los técnicos trabajaban en la noche de ayer en Tierras de Almería, Cortijo del Águila y Tarambana, para comenzar a diseñar y ejecutar los cimientos de tres grupos de estas viviendas temporales.

El subdelegado del Gobierno en Almería, Fernando Hermoso, aseguró a última hora de la tarde de ayer que estas tres localizaciones darán cobijo a entre 40 y 50 personas. Antes del día 25 (cuando la Comisión de Inmigrantes revisará los avances del cumplimiento de los puntos acordados en el pacto y decidirá si convoca de nuevo la huelga de braceros) se habrán levantado las viviendas provisionales sobre los tres terrenos cedidos por otros tantos empresarios del Poniente almeriense, según Hermoso.

La Policía Local de El Ejido comenzó en la noche del viernes a visitar los campamentos espontáneos y tomar nota de aquellos inmigrantes que no tienen un trabajo fijo. La decisión de que la policía se presentara en los poblados, no sólo soliviantó los ánimos de los encuestados, sino que incluso hasta le causó sorpresa al propio subdelegado del Gobierno, quien aseguró ayer que este trabajo lo deberían haber hecho Cruz Roja y otras ONG, eso sí, con la colaboración de la Policía Local.

Los agentes municipales prefirieron no dar ninguna explicación al respecto, mientras que algunos inmigrantes entregaron al personal de las ONG cuestionarios destinados únicamente a los inmigrantes sin trabajo, y en los que se les pedía información sobre si estaban casados solteros, divorciados o viudos; el nombre de sus padres, la edad y la fecha de entrada en territorio español.