El PSOE de Almería teme que el PP rentabilice en las urnas los sucesos de El Ejido Los socialistas lograron su quinto escaño al Congreso en 1996 por sólo 6.622 votos
Con las elecciones generales y autonómicas en el horizonte, una de las incógnitas es saber qué ocurrirá en Almería tras los incidentes racistas de El Ejido y cómo influirán en los comicios. En 1996, el PSOE logró 135.789 votos en las generales en la provincia, en la que se juegan cinco escaños al Congreso, por 115.935 del PP. Entonces, los socialistas consiguieron tres diputados, por dos los populares. El quinto escaño lo ganó el PSOE por 6.622 votos de diferencia. La dirección provincial socialista teme que el PP se beneficie en las urnas por lo ocurrido en El Ejido, aunque la regional ha optado por condenar lo ocurrido, a pesar de que les suponga un coste electoral.
Almería es una de las pocas provincias andaluzas en las que el PP tiene una base de votos que le puede permitir aspirar a derrotar al PSOE. Y la cuestión está en saber en qué manera repercutirán los sucesos de las últimas semanas en El Ejido en el resultado en esta provincia. En las elecciones del 12 de marzo, hay 411.017 potenciales votantes en Almería. El sentido del voto propiciado por los incidentes puede, por tanto, decantar el reparto de escaños de un lado u otro. El último referente fueron las elecciones municipales del año pasado en las que el PP obtuvo en la provincia 107.732 votos, apenas un millar más que el PSOE. Los dos movimientos más importantes derivados de las urnas fueron la pérdida de la mayoría absoluta del PP en el gobierno de la capital, aunque siguió siendo la fuerza más votada, y, por contra, la consecución de la mayoría absoluta de los populares en la Diputación de Almería, la única que está en manos del PP en Andalucía.
El Ejido, donde Juan Enciso renovó su mayoría absoluta, resultó clave para este último logro. Y el papel de esta localidad puede ser fundamental en las próximas elecciones, al ser el segundo municipio con más electores (37.014) después de la capital (135.715). Como dato significativo, resalta el apoyo ciudadano a la línea mantenida por Enciso: 24.000 firmas han respaldado al alcalde, que sólo obtuvo 10.178 votos en los pasados comicios municipales.
En las elecciones autonómicas de 1996, la diferencia de votos entre socialistas y populares fue aún más reducida: 17.032. No obstante, el sistema electoral y el número de diputados en juego (11) hacen que, en este caso, la diferencia de sufragios tenga menos influencia que en el Congreso. En estos comicios, PSOE y PP consiguieron cinco actas de diputado cada uno, por una IU.
La escasa diferencia de votos entre las dos principales fuerzas en esta provincia ha provocado cierta incertidumbre en las filas socialistas, que consideran que puede haber una corriente de simpatía en el electorado hacia la posición intransigente de Enciso con los inmigrantes.
La dirección provincial del PSOE cree que algunos dirigentes del PP están secundando a Enciso con una visión electoralista. Una opinión que incluso dejó entrever el ex ministro Manuel Pimentel, el único que ha censurado en público a Enciso. "Si alguien quiere jugar a una postura irresponsable para ganar votos, me parece doblemente irresponsable (...) No merecen la pena estos votos", sentenció.
Una opinión que comparte la dirección regional del PSOE, que ha condenado los actos racistas sin matices y ha rechazado el uso electoralista del tema, a sabiendas de que en El Ejido, hoy por hoy, goza de mayores simpatías la postura intransigente del alcalde. Es más, desde la dirección regional, se ha sugerido a los responsables provinciales que adopten una actitud de rechazo más visible que la mantenida hasta ahora.
Desde el PP no ha habido una crítica pública a Enciso, aunque fuentes populares aseguran que Javier Arenas y Teófila Martínez reprendieron al alcalde en privado y le obligaron a que atendiera a las reuniones previas al fin de la huelga de los braceros magrebíes.
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