"Nacer en Madrid te otorga la ciudadanía del mundo"

Cuando cumplió ocho años, María Fernanda Santiago Bolaños (Madrid, 1962) ya sabía que de mayor quería ser escritora. Un acontecimiento que ella misma ignora si fue real o producto de su imaginación marcó su camino. Un acontecimiento que no revela, que prefiere "contar en alguna obra". María Fernanda escribe para "salvar la vida", dice, " a través de la palabra". La editorial Linteo acaba de publicar su primera novela, El tiempo de las lluvias.Pregunta. ¿Qué sensación le ha quedado después de acometer esta primera novela?Respuesta. La sensación que me ha dejado supongo que debe ser igual a la que experimentan las madres cuando después de un tiempo se vuelven a encontrar con ese hijo que ha crecido y que es independiente. Ese hijo al que ellas dieron la vida.

P. ¿Qué quería contar en esta obra?

R. Yo quería hablar de la memoria. Porque la memoria es como una amalgama que está fuera del tiempo. Y quería salvar la memoria no de lo que fue, sino de lo que podría haber sido.

P. ¿Le incomoda que la comparen con Isabel Allende y que se hable de una innegable influencia de García Márquez?

R. La grandeza nunca incomoda. Pero yo tengo muchísimas lecturas y me parece que la intención de ellos no es la misma.

P. Se lo pregunto porque todo aquello que huela a realismo mágico y que no sea de García Márquez es considerado una mala imitación.

R. El realismo mágico es un recurso que se puede usar o no. Hay pequeños universos que pueden resultar mágicos para los niños, y eso es Maragatería en mi novela. Es lo que podría parecer realismo mágico, pero no lo es. No lo utilizo porque yo vivo en el universo de los niños.

P. ¿Qué es lo que más le atrae del género epistolar, tan presente en su obra?

R. Para mí, las cartas suponen una conversación en diferido. Estás tú sólo pensando en lo que dirá el interlocutor, en lo que pensará. Las cartas son una conversación hermosa y reflexiva que se ha perdido.

P. ¿Cuál es el Madrid que describe en El tiempo de las lluvias?

R. El Madrid histórico, el de la concreción de un sueño. El momento en el que un maragato se instala como pescadero en Madrid, en una ciudad tan distinta a la suya. Describo esos momentos a principios del siglo XX, y luego, la guerra y los años de la posguerra.

P. ¿Y cuál es el Madrid que usted prefiere?

R. Yo me quedo con el Madrid que te permite no ser de ninguna parte. El hecho de haber nacido en esta ciudad te permite ser ciudadano del mundo y formar parte de un universo más amplio. Por lo menos, ésa es mi vivencia.

P. ¿Su próxima obra?

R. Se llama Un ángel caído en la nieve, y también habla de la memoria.