Los recortes de producción impulsan al petróleo más allá de los 27 dólares

El precio del barril de crudo brent en el mercado de Londres marcó ayer un nuevo máximo desde la guerra del golfo Pérsico en 1991. Alcanzó una cotización de 27,37 dólares. La subida del crudo se produjo por el temor, cada vez más fundado, de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decida a finales de marzo mantener sus recortes de producción. La situación anticipa una posible escasez de crudo, altos precios de las gasolinas y una mayor presión sobre la inflación.

El mercado clama por más petróleo. Crece el temor a que los productores de la OPEP prorroguen sus recortes de 4,3 millones de barriles diarios hasta por lo menos junio de este año y haya escasez de suministro. Los países desarrollados ya se han preparado para un aumento de la presión sobre la inflación y los consumidores deberían hacerlo para pagar más por repostar. El precio del petróleo ha aumentado un 170% en un año y mantiene su tendencia al alza. Ayer, a media sesión, se disparó a un nuevo máximo en nueve años, a 27,37 dólares. A última hora aún se mantenía alto, a 27,28 dólares. El máximo anterior había sido el pasado 11 de enero, cuando la cotización llegó hasta los 27,11 dólares.

Todas las miradas están puestas sobre la OPEP. El precio del crudo bailará al son de las declaraciones de los 11 ministros de la organización de aquí al 27 de marzo. Ese día se sabrá con certeza si la OPEP prorroga o no los recortes de producción que han elevado el precio del crudo. El mercado tiene sobradas razones para anticipar que no habrá un aumento de la extracción de crudo que alivie la situación. En primer lugar porque el propio órgano asesor de la OPEP ha recomendado mantenerlas. En segundo, porque los tres artífices de los pactos de reducción de cuotas, Arabia Saudí y Venezuela, ambos miembros de la OPEP, y México, respaldan la prórroga, presionados por Irán, Libia, Argelia y Kuwait.

Estos tres países son los principales exportadores de crudo a EEUU, el mayor importador, y se mueven de forma coordinada. Ninguno quiere perder cuota de mercado frente a otro. En el último foro económico mundial de Davos (Suiza), el ministro de Energía mexicano, Luis Téllez, declaró "que los actuales precios del crudo no perjudican al desarrollo de las economías de los países industrializados". No obstante, a la misma cumbre asistió Bill Richardson, el secretario de Energía estadounidense, y se reunió con su homólogo de México. Téllez llegó a decir que "si un aumento de la producción es necesario dados ciertos niveles de inventario, se trabajará en esa dirección".

Richardson manifestó en varias ocasiones su preocupación por la subida del crudo, sobre todo teniendo en cuenta que las existencias del país están ahora a los niveles de 1976. Amenazó incluso con utilizar las reservas estratégicas de crudo de EEUU para bajar los precios, pero la administración Clinton fue contundente: "Esas reservas son sólo para casos de emergencia y no como medio para bajar los precios". Las quejas al parecer han sido oídas. Una fuente cercana al Ministerio de Energía venezolano señala que éste, el saudí y el mexicano están ahora de acuerdo en que habrá que subir pronto la producción de crudo.