Universidad y empresas estudian un marco jurídico que potencie la I+D
El Libro Verde de la Innovación, publicado en 1995 por la comisión de la Unión Europea, fijó entre sus objetivos prioritarios la creación de un entorno jurídico, normativo y financiero que estimule la innovación y transferencia tecnológica, en lugar de frenarla. Acorde a este planteamiento, la Fundación Cotec ha reunido en la Universidad de Valencia a empresarios, representantes de las cámaras y expertos en derecho para elaborar "una guía que siente las bases de un nuevo marco jurídico de I+D que reduzca riesgos y proteja resultados", resumió ayer Manuel Zahera, director de promoción de Cotec.
El documento de la UE constataba que "los instrumentos de protección y transferencia de los resultados de I+D están infrautilizados, y que las estructuras jurídicas existentes no facilitan la cooperación tecnológica a escala europea". Por ello, en 1997 la Comisión Europea puso en marcha el Primer Plan de Acción para la Innovación en Europa, donde se proponen las líneas más urgentes de actuación, entre ellas, "adaptar y simplificar" el entorno jurídico. Éste es el diagnóstico que recoge Alfredo Escardino, profesor de Derecho Mercantil de la Universidad de Valencia, en su introducción al Documento Cotec sobre Oportunidades Tecnológicas, que ayer fue analizado en la sede de la Universidad de Valencia por consultores, expertos en Derecho y al presidente del Consejo de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de la Comunidad, Vicente Escribá; al vicerrector de Investigación de la Universidad de Valencia, Francisco Tomás y al representante de la Oficina de Transferencia Tecnológica del CSIC, Domingo Represa. Colaboración empresarial
Juntos aportaron sugerencias al documento que constata que "sólo un 2% de las empresas españolas colabora regularmente con universidades o centros públicos de investigación", quizás, sugiere el informe, "por el tradicional alejamiento existente entre el mundo universitario y el empresarial". El desconocimiento de las empresas sobre la capacidad investigadora y en I+D de las universidades es una de las realidades que más preocupa a los expertos. De hecho, en la actualidad, "cerca del 80% de las empresas que innovan lo hacen como consecuencia de las mejoras tecnológicas introducidas por los proveedores en los equipos que suministran".
Así, para estimular la cooperación y la transferencia tecnológica hay que establecer reglas del juego claras que eviten el choque de prioridades. Por ejemplo, cita el documento, en casos como cuando la empresa que encarga un trabajo de I+D a la universidad y pretende que los resultados tarden en llegar a oídos de sus competidores, mientras que el investigador, por el contrario, pretende divulgar cuanto antes sus resultados para mejorar su prestigio. Para Escardí el estudio servirá para "sistematizar" las normativas europeas y nacionales existentes, de forma que se compatibilice la protección de resultados y se estimule la transferencia.
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