"Los delitos en los que la víctima es mujer no se toman en serio"

El Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminología celebró en Sevilla la semana pasada un Seminario sobre Agresiones Sexuales a Mujeres. La criminóloga Rosemary Barberet ha sido su directora. Barberet (EE UU, 1961) lleva diez años en España y hace cinco que lleva las riendas del Instituto.Pregunta. ¿Cual es el objetivo del seminario?

Respuesta. No sólo académico. Está organizado con la Asociación de Mujeres Victimas (Amuvi). Es la primera vez que el Instituto colabora con una ONG. No es suficiente que el diálogo quede a nivel académico. Hay que abarcar también la faceta práctica.

P. ¿Cuántas agresiones son causadas por problemas psíquicos de los agresores?

R. La gran mayoría de agresores sexuales no son enfermos mentales. Saben lo que hacen y quieren hacer lo que hacen.

P. ¿Hay relación entre violencia doméstica y agresión sexual?

R. Es muy frecuente la violación marital pero no es considerada como maltrato doméstico. En este país hay un concepto muy físico de lo que son los malos tratos en el hogar. El aspecto sexual está sin explorar. En encuestas recientes hemos encontrado una tasa preocupantemente alta de violación dentro de la pareja. Si en este país se considerara el sexo no consentido como maltrato doméstico, el problema de la violencia en el hogar nos parecería mucho más grave.

P. ¿Qué medidas se pueden adoptar para evitar este tipo de crímenes?

R. Las medidas policiales son una parte muy importante. Si el agresor ve la agresión sexual como un acto de bajo riesgo tendrá menos reparo para cometer estos delitos. La gran queja del movimiento feminista es que estos delitos en que la víctima es casi siempre mujer no se toman tan en serio como otros delitos. También es importante el control de impulsos entre los hombres, el control de la ira.

P. ¿Son útiles las medidas de autoprotección, como evitar sitios oscuros o ir acompañada de noche?

R. Sí. Lo que pasa es que esas medidas limitan la libertad de circulación de la mujer. La reacción de las mujeres ha sido exigir al Estado servicios para tener seguridad por la noche: iluminación, transportes, acompañamiento; orientados a garantizar la libertad de circulación de una población de riesgo.

P. Muchas agresiones sexuales se quedan sin denunciar. ¿Hay que animar a las mujeres a hacerlo?

R. A la mujer hoy en España se le dice desde todos los sectores que denuncie. Pero cuando denuncia no se encuentra con un sistema policial y judicial dispuesto a ayudarla y no hacerle pasar dos veces por lo que ya ha sufrido. Denunciar no trae a la mujer los beneficios que se le prometen ni a nivel psicológico, ni social, ni siquiera jurídico.